El fiscal pide una multa de 500.000 pesetas para el alcalde de Pego por insultar a dos guardias civiles

El fiscal pidió ayer a la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Dénia que condene al alcalde de Pego, el independiente Carlos Pascual, con el pago de 500.000 pesetas de multa como "autor penal responsable" de una "falta contra el orden público" e insultos a dos agentes de la Guardia Civil. Los hechos se remontan al 17 de junio. Esa noche un pintor del municipio, Carles Pons, exponía en la sala de la Casa de la Cultura de Pego, donde también se ubica el Museo de Arte Contemporáneo municipal. Durante la inauguración de la muestra, los agentes de la Guardia Civil fueron requeridos por la Policía Local para que acudieran el centro cultural tras informarles sobre el presunto robo de una cuadro del museo. Mientras realizaban la inspección ocular del lugar de donde supuestamente había sido sustraído el lienzo, una pieza de un tríptico con la figura de una mujer desnuda, se oyeron gritos en la primera planta. Bajaron para comprobar qué ocurría y vieron que el ex edil Fernando Luis Alemany, concejal por el partido de Pascual hasta que fue contratado por el consistorio como "técnico del inventario patrimonial municipal", había cerrado la puerta de salida impidiendo a los asistentes que abandonaran el local.

Los guardias civiles se dirigieron al ex concejal y a los dos miembros de la Policía Local y les recriminaron su actitud, pero éstos declararon que obedecían órdenes del alcalde que les había dado instrucción, por el teléfono móvil, de que identificaran a todas las personas que se encontraban en el local, y ello incluía a los dos agentes. Poco después apareció el alcalde en la casa de cultura. Cuando Pascual llegó al edificio la mayoría de público que había acudido a la muestra ya había salido del local. El alcalde se interpuso ante la puerta que permanecía cerrada y se enfrentó "desafiante" a los guardias civiles, según testificó ayer uno de los agentes durante la vista. Sólo les permitió salir del recinto cuando los policías municipales informaron a Pascual que habían tomado sus números de patrulla. Pero en la calle el primer edil continuó insultando a los agentes, a quienes tildó de "incompetentes" e increpó con frases como "vaya mierda de servicio que da la Guardia Civil en este pueblo, que sólo identifican a los agricultores y no a los delincuentes". Los guardias denunciaron al alcalde por insultos y falta al orden público, y la vista oral se celebró ayer.

Pascual no sólo se ratificó ayer en los insultos que profirió a los dos agentes sino que cuando abandonó la sala se dirigió a ellos espetándoles, en tono provocador, que "eran una vergüenza". El fiscal pidió además a la juez que incoara diligencias previas con el fin de iniciar una investigación por si el alcalde o el ex edil Fernando Luis Alemany habían cometido un delito de "retención ilegal" o "coacción". El abogado del alcalde, Camilo Soler, pidió la absolución de Pascual.