"En cada fiesta se celebra un torneo o una simultánea"

Miguel Guillén, de 53 años, lleva diez dedicado a honrar la memoria de su hijo Sergio con la organización de un torneo de ajedrez que lleva su nombre. La historia de este torneo, que cada mes de septiembre, desde hace diez años, se juega en Vallecas, comenzó con una tragedia: Sergio Guillén contaba 18 años cuando murió tras una mala caída mientras practicaba yudo, la pasión que cultivaba en paralelo al ajedrez. Sus padres pensaron que organizar un torneo en el barrio era una buena forma de recordarle. Ahora, casi una veintena de jugadores profesionales, entre ellos varios grandes maestros, han competido en el tablero junto a otros cien aspirantes a profesional y un número similar de aficionados. Muchos no saben ya quién fue Sergio, pero, como asegura su padre, en el circuito ya es habitual oír aquello de "¿Vas a ir al Sergio Guillén este año?". En cada ocasión, todos los jugadores guardan un minuto de silencio por aquel joven cuya muerte prematura truncó lo que podría haber sido una buena carrera en el ajedrez, al que su padre, prejubilado de la compañía Teléfonica desde hace un año, dedica ahora todo su tiempo. Pregunta. ¿Cómo se siente cuando jugadores de primera categoría y de varias nacionalidades guardan silencio en honor de su hijo?

Respuesta. Siento una gran satisfacción. Es emocionante ver cómo personalidades de la talla de San Segundo, grandes maestros llegados de Inglaterra o de Croacia, quedan en silencio aunque no sepan quién fue Sergio, que jugaba entonces en primera división, era aficionado pero con un buen nivel. Su nombre no se ha olvidado.

P. ¿Hay mucha afición al ajedrez en Madrid?

R. Mucha más de la que parece, porque, si bien los medios de comunicación no lo reflejen casi nunca, es rara la fiesta en un pueblo o en una ciudad en la que no se celebre un torneo, ya sea de nivel infantil o unas partidas simultáneas. Sin ir más lejos, hubo ajedrez en las fiestas de La Paloma, así como en Madrid, en Aranjuez y en Arganda.

P. Se ha cumplido la décima edición del torneo. ¿Hubo alguna novedad?

R. Dos sorpresas: una, que los jugadores que han participado durante más de cuatro años no pagaron la inscripción, y dos, que se realizó la suma de todos los puntos obtenidos a lo largo de todos los torneos y extrajimos así al campeón absoluto de todos estos años, que resultó ser el gran maestro español Manuel Rivas. Hubo un millón de pesetas en premios. Contamos con una subvención de la Junta Municipal y patrocinios de empresas privadas y comerciantes, y cada uno de la familia pone lo que puede: mi hija, mi hermana, mi madre o mi cuñado.

P. ¿Dedica ahora más tiempo al ajedrez?

R. Casi todo mi tiempo. Juego mucho en Internet, por correo y en directo. Además, ahora estoy pensando en meterme un poco más en serio en la Federación, en su Asamblea.