España se juega ante Marruecos el prestigio y pasar a cuartos

Gabriel García de la Torre, más conocido como Gabri, de 21 años, suele leer los partidos con claridad. Tanto antes como durante y después de los mismos. Si ante Corea dijo que la clave de la victoria (3-0) había sido el alto ritmo en la circulación del balón de los españoles, ayer dio algunas razones para explicar la derrota del domingo ante Chile (1-3). El campo, por ejemplo. Y no es una excusa banal. No. Hay motivos para creerle. El terreno de juego del Melbourne Ground Criquet es una hierba preparada para el deporte del criquet, fundamentalmente, pero también para el fútbol australiano (una variante del rugby), e incluso para la celebración de numerosos conciertos de rock. Es decir, un césped poco cuidado. El balón no rueda con fluidez y el piso es duro pero resbaladizo, lo que perjudicó el fútbol más veloz de los españoles."La pelota no corría y el campo seco les beneficiaba a ellos. Espero que ante Marruecos lo mojen un poco", comentó ayer el centrocampista del Barça Gabri, ansioso por poder resarcirse del palo de Chile. La oportunidad le llega muy pronto. Mañana, miércoles, ante Marruecos, a las once de la mañana hora española, en el mismo estadio de Melbourne. Para ese decisivo encuentro, el seleccionador, Iñaki Sáez, podrá contar con el delantero del Milan José Mari, cuya ausencia tanto se notó ante Chile. Sus molestias musculares en la parte posterior del muslo no revisten gravedad después de las primeras exploraciones, según explicó el médico de la selección, Jorge Guillén. Será baja, sin embargo, el lateral derecho del Athletic Lacruz, por sanción.

"Ante Marruecos nos jugamos el todo por el todo y demostraremos el carácter que tenemos", manifestó Gabri, que no expresa preferencias sobre el rival de España en cuartos de final en caso de clasificarse. Para asegurarse la clasificación, el combinado de Sáez debe ganarle a Marruecos. Un empate o incluso una derrota le serviría sólo si Corea obtuviese el mismo resultado ante Chile. En caso de empate a puntos, lo primero que cuenta es el enfrentamiento entre los dos equipos empatados, después la diferencia de goles y finalmente los tantos marcados. Los rivales más probables de España en los cuartos de final serían Italia y Nigeria, por este orden.

Antes, sin embargo, queda Marruecos, una selección de la que los españoles saben muy poco. Que pega muchas patadas, que no mereció perder los dos partidos que ha disputado y que sus posibilidades de clasificación son muy remotas.

Brasil lo tiene aún peor. Dos son los objetivos de las despiadadas críticas hacia la selección brasileña en los últimos días: el entrenador, Wanderley Luxemburgo, y la principal estrella, Ronaldinho. El primero, porque Brasil, lejos de apabullar se arrastra por estos Juegos; y el segundo, porque está jugando mal. Brasil perdió ante la humilde Suráfrica (1-3) y se lo juega todo el miércoles ante Japón.