Dos niños y una mujer mueren calcinados en un choque en la M-40
Dos niños, de tres y cuatro años de edad, y una mujer, de unos 20, murieron ayer calcinados en la M-40. El vehículo que ocupaban estaba parado en el carril izquierdo por una supuesta avería, justo debajo del puente de entrada al barrio de Valdebernardo, cuando fue arrollado por detrás por otro coche. El accidente, además de los tres muertos, provocó otros tres heridos. Un menor, de seis años, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 90% del cuerpo. Ingresó con pronóstico crítico en La Paz.
Rescate de las llamas
El accidente ocurrió alrededor de las 16.10 en el kilómetro 15,300 de la M-40 (de San Blas a Vallecas, cerca del enlace de la N-III). Un vehículo Ford Escort de color blanco y con matrícula M-9017-KD había estacionado junto al quitamiedos del carril izquierdo. Un testigo del accidente aseguró ayer que el coche tenía el capó levantado, por lo que se supone que había sufrido una avería. El turismo que le seguía logró esquivarlo y continuar su marcha. El que venía por detrás, un Opel Kadett, tuvo peor suerte y se estampó contra la parte posterior del Ford. En ese momento se oyó una explosión y comenzó a arder el depósito de la gasolina."Como se trataba de un vehículo antiguo, llevaba el depósito menos protegido que los modernos. Además carece de salida de gases, que hubiera podido evitar el incendio", señaló ayer un mando de la Guardia Civil. Un tercer vehículo que circulaba por el carril izquierdo también chocó con los otros dos coches.
El conductor del Ford, que se encontraba fuera de su coche y resultó ileso, comenzó a socorrer a sus ocupantes, tres niños y tres mujeres de etnia gitana. Intentó salvarlos de las llamas. En su labor le ayudaron los otros dos conductores implicados en el accidente. Lograron rescatar al niño, que sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo. Dejaron al menor en el lateral de la carretera hasta que fue auxiliado por los médicos de una UVI móvil del Samur-092.Tras proteger al menor, lo intentaron con una de las mujeres. Ésta salió con todas las ropas incendiadas y dando gritos. Los dos conductores la tiraron al suelo y la cubrieron con sus propios cuerpos para apagarle las llamas, según comentó Francisco García, un testigo del accidente.
"Se han vivido momentos muy tensos y de gran impotencia, porque se oía chillar a los niños y a la mujer que estaban dentro. Han intentado sacarlos pero ha sido imposible, porque el coche se ha convertido en una enorme hoguera", señaló García. Los tres conductores se quemaron en las manos y en los brazos al rescatar a la víctimas. Otros conductores estacionaron sus coches delante del turismo incendiado y cortaron la circulación.
El dueño de un camión intentó sofocar el fuego con los extintores de su vehículo, pero su labor resultó inútil. Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid enviaron dos camiones autobombas que sofocaron el incendio. Cuando extinguieron las llamas, comprobaron que en su interior había tres cadáveres. Toda la parte trasera y el habitáculo del Ford Escort quedaron destruidos por el fuego. "Todo ha sido muy rápido, y cuando nos quisimos dar cuenta las llamas eran muy altas", explicó ayer el testigo.
Los médicos del Samur-092 atendieron al niño rescatado y lograron estabilizarle antes de trasladarle al hospital La Paz, donde ingresó en estado crítico. La mujer que fue salvada por los conductores sufría quemaduras en el 55% del cuerpo (cabeza, tórax y brazos). También fue llevada por el Samur-092 al hospital La Paz. Su pronóstico era grave.
La tercera mujer que viajaba en el vehículo, también de unos 30 años, presentaba múltiples contusiones y un corte en la mandíbula. Ingresó en el hospital Gregorio Marañón. Los conductores resultaron heridos leves con contusiones y quemaduras en los brazos y las manos. El del Ford Escort ingresó en el hospital La Princesa. El resto fue atendido en el lugar del accidente.
El juez de guardia ordenó el levantamiento de los cadáveres a las cinco y media de la tarde.
Atasco de siete kilómetros
El accidente de la M-40 en el que murieron dos niños y una mujer sorprendió a los conductores que se dirigían hacia el sur de la capital. Para recorrer tan sólo siete kilómetros, los coches tardaron más de una hora y media. Las paradas eran frecuentes y algunos conductores optaron por bajarse de sus coches para intentar saber qué ocurría.La Guardia Civil de Tráfico cortó varias veces la circulación en los dos únicos carriles que estuvieron abiertos tras el accidente. Así dejó paso a las ambulancias y a la furgoneta de la funeraria que recogió los cadáveres. Hasta que los bomberos limpiaron la zona, trabajo que les llevó hasta las seis de la tarde, el tráfico no quedó restablecido totalmente.
Los carriles del sentido contrario también sufrieron atascos en unos cuatro kilómetros.
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