Ya llega el congreso

Mientras al Medpark, se le toman medidas para plató de vendettas políticas y espectaculares juicios de Dios, el Consejo Jurídico Consultivo le ha dado luz verde al alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, para que haga de su capa un sayo, es decir, del monte Benacantil, o de sus partes bajas, un palacio de congresos, y le ha pasado la piedra de amolar y el contenedor de los residuos históricos, ecológicos y urbanísticos a Cultura, y que allá se las apañe. Eso, sin considerar, en absoluto, a los colectivos cívicos que han dicho no y a una oposición violada, en medio de la Ley de Patrimonio de la Comunidad. Al vecino del tercero, que le pega lo suyo a la filosofía peripatética, y a quien ya no le quedan apenas respuestas, lo tienen frito las dudas: Pero, vamos a ver, ¿se ha hecho la ciudadanía para las instituciones o las instituciones para la ciudadanía? Preguntarse algo tan aparentemente elemental, en una democracia que se anuncia saludable y con buena dentadura, es sólo una comedia; preguntárselo en una democracia con salpicaduras paleofascistas, bajo una ligera mano de barniz, es toda una tragedia griega.

La NASA al acechoY cuando la Junta de Gobierno de la Universidad de Alicante tiende su unánime voluntad de diálogo al Consell, para desbloquear el proyecto del Parque Científico del Mediterráneo, o sea, el ya famoso y numantino Medpark, Salvador Forner, director general de Universidades, entrega al síndico de Cuentas, aspectos y datos de la liquidación presupuestaria de la institución académica, algunos de ellos referente a la compra de terrenos para la ampliación del campus y del parque en la picota, con objeto de que se abra una investigación. Y aunque el director general negó cualquier relación entre ambos asuntos, la oscura polémica, más que el sereno y esclarecedor debate, se ha encabritado. Se insinúan irregularidades por parte del rectorado y hasta ciertas competencias que no le corresponden, pero, ¿no es irregular que el director general actúe con tan extremada diligencia, sin conocimiento de las Cortes Valencianas? Claro que si el propio presidente Zaplana somete su modelo de financiación autonómica al criterio del presidente Pujol, soslayando la posibilidad de un acuerdo parlamentario en nuestra propia Cámara, ¿ por qué uno de sus subordinados no ha de seguir tan improcedente ejemplo? A Salvador Forner se le ha supuesto una fina capacidad negociadora, entonces ¿a santo de qué esas prisas?, ¿acaso responden a su propia iniciativa o se limita a cumplir órdenes de ese más arriba tan dudosamente democrático?

Delegados, al salón

Aunque al margen de tan azaroso capítulo, la NASA ha llegado a un acuerdo con la Universidad alicantina, para instalar un laboratorio de Geodesia sobre los conflictivos terrenos. El vecino del tercero advierte de que la NASA sí que es una institución con muy poderosos recursos: Colocan un avión espía sobre el Palau y le saca al pleno del Consell desde un encefalograma colectivo, hasta las fotos de primera comunión de cada uno de los implicados. Y cuántas otras cosas: Josep Sanus ha dejado la presidencia del grupo socialista en las Cortes y abandonará el escaño, para reintegrarse a la docencia, tras el inminente cónclave; Joan Ribó declaró en el juzgado que presentó una querella contra el ex conseller de Sanidad, porque los mecanismos parlamentarios disponibles se estrellaron en el búnker de la Mesa de las Cortes; Vicente Sala, presidente de la CAM, preside ya todas las cajas de ahorro valencianas, y de la (con)fusión qué. Pero el día más feliz de sus vidas -o de las de sus adversarios- será el próximo viernes 22, en Alicante, cuando una voz diga: Delegados, al salón. Y 402 socialistas inicien el noveno congreso del PSPV-PSOE, con sensatez y responsabilidad. Así se les exige y así se espera. Ya veremos.