Un alcalde deportivo
El alcalde de Pego, el inefable Carlos Pascual, ha perorado y, cosa rara, no ha vomitado rayos y culebras contra sus opositores como es habitual. El edil ha sumido en la estupefacción a sus oyentes al anunciar que gestiona la construcción de un campo de golf a la vera del marjal. En otros tiempos recientes reprobó este tipo de instalaciones por su consumo excesivo de recursos hídricos. Ahora ha descubierto que pueden ser muy rentables. Piensa el alcalde que el clima y parajes pegolinos podrían propiciar excelentes invernadas a los deportistas europeos que dejarían sus euros en el municipio. La izquierda, al menos en esta ocasión y a nuestro parecer, se equivoca. Entendemos que, llegue o no a cuajar la cosa, su promoción permitirá que el munícipe frecuente gentes y países de larga tradición democrática, lo que quizá le obligue a moderar sus formas, las políticas tanto como las de mera cortesía. Si además se consuma el delirio porque hay agua suficiente, miel sobre hojuelas.
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