ETA redobla los ataques contra los socialistas para impedir un acercamiento al PNV

El atentado contra José Ramón Recalde, ex consejero socialista de Educación y de Justicia del Gobierno Vasco durante sucesivas legislaturas con el ex lehendakari José Antonio Ardanza, es el cuarto que ETA comete contra un político del Partido Socialista desde que rompió la tregua. El atentado, que puede ser interpretado como una rápida respuesta de la organización terrorista a la agresión que representa para el movimiento independentista la operación policial dirigida contra el grupo Ekin, no está casualmente planteado contra un significado socialista vasco.Además de mostrar la capacidad de reacción operativa de la banda, este ataque trata de incrementar la presión sobre el PNV en el momento en el que redobla su esfuerzo en el diálogo con el PSE, su antiguo socio en el Gobierno autonómico, al haber dado por fracasada la alianza nacionalista que supuso el giro iniciado con el Pacto de Lizarra. Pero las presiones de ETA para tratar de invalidar cualquier acercamiento entre PNV y PSE han sido una sucesión de atentados contra políticos socialistas durante estos meses. A diferencia de los ataques criminales que ha dirigido contra afiliados del PP, en el caso del PSE, ETA ha dirigido sus pistolas contra destacados dirigentes de este partido.

Antes de cometer este atentado contra José Ramón Recalde, ETA asesinó el 22 de febrero al que había sido vicelehendakari del Gobierno Vasco y portavoz socialista en el Parlamento vasco, Fernando Buesa, junto a su escolta, Jorge Díez. Precisamente, había sido Buesa quien sucedió a Recalde al frente del departamento de Educación en el segundo Gobierno de coalición PNV-PSE que compartieron estos dos políticos.

Otro destacado dirigente del PSE, el ex gobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jauregui, fue asesinado el 29 de julio en Tolosa, una semana después de haber regresado al País Vasco desde Chile, donde trabajaba como medida de seguridad contra las amenazas etarras, tras su paso por el despacho de gobernador.

Antes que él, el 7 de mayo, la banda terrorista asesinó en Andoain al columnista del periódico El Mundo, José Luis López de Lacalle. No era afiliado al partido socialista, pero López de Lacalle había formado parte de una lista de intelectuales que expresó en su día su apoyo público a este partido, al que se acercó después de haber militado durante muchos años en las filas del Partido Comunista.

El comando que ha operado en Andalucía también atentó contra los socialistas andaluces. El 17 de julio, el número dos del PSOE andaluz, José Asenjo, al igual que su mujer y su hija, resultó ileso al fallar la bomba que el grupo asesino había colocado en los bajos de su coche, aparcado junto a su domicilio de Málaga.

El coche bomba que estalló en la localidad vizcaína de Getxo el 24 de julio también tenía entre sus objetivos al ex consejero de Trabajo del Gobierno Vasco, Paulino Luesma, que tiene su vivienda en las inmediaciones, según reconoció la propia banda en el comunicado de reivindicación del atentado.

Esta sucesión de ataques se ha producido en medio de otra presión sistemática que se ejerce contra todos los cargos públicos socialistas y sus familiares a través de los actos de violencia callejera que se reproducen cada fin de semana. Los últimos han consistido en la colocación de un artefacto incendiario contra el vehículo del novio de la concejal socialista en Irún María Ángeles Guerra y contra el coche del hijo del concejal socialista de Andoain Esteban Amuchástegi.