Los camioneros llevan el caos a las principales calles de Bruselas

Puntos clave

Los conductores de Bruselas fueron ayer por tercer día consecutivo rehenes de los centenares de transportistas que bloquean las principales calles de la ciudad para protestar por los precios del combustible. Los camioneros acometieron medidas más radicales y ampliaron sus zonas de acción a otras calles de la capital, especialmente las adyacentes a los edificios oficiales de la Unión Europea. Al principal sindicato de transportistas francófonos se sumaron organizaciones de camioneros flamencos y de taxistas. Varios centros de distribución de combustible en el sur del país seguían bloqueados por camiones. El caos circulatorio se adueñó ayer con más furia que en los dos días anteriores en la capital comunitaria. La protesta de los camioneros, que de momento es pacífica, se desarrolla en pleno corazón administrativo de la Unión Europea (UE) y del Gobierno belga, frente a los edificios de la Comisión Europea y del Consejo de ministros. A la protesta de los camioneros se sumó la de un centenar de taxistas que circulaban en fila por la ciudad. La policía vigila los movimientos de los manifestantes, pero aún no ha llegado a actuar contra ellos.

Los efectos más dramáticos en la circulación los está provocando el bloqueo de los camioneros de las principales arterias de la ciudad. Desde la tarde del domingo, una treintena de camiones cierran todos los puntos de entrada y salida de la calle principal de acceso al centro de Bruselas: la rue de La Loi, una avenida de cinco carriles en la que está el Ministerio belga de Transportes y que es básica para la fluidez del tráfico rodado.Bruselas es una ciudad pensada para circular con el coche, gracias precisamente a una red de túneles bajo tierra para evitar los semáforos. Pero cuando un punto vital se bloquea, la ciudad se colapsa entera. Para aliviar el caos, el alcalde de Bruselas pidió al representante de los camioneros que la petite ceinture (la circunvalación interior, con túneles incluidos) quedara libre. Los transportistas piden a cambio una entrevista con el primer ministro belga, Guy Verhofstadt.

La movilización de los transportistas belgas se extendió sobre todo por las ciudades francófonas. Los problemas más graves se registraron en Lieja. También se establecieron barricadas "filtrantes" que bloquearon la circulación en las autopistas A-8, E-40 y E-42. Entretanto, siguieron bloqueados los depósitos de la refinería TotalFinaElf y en algunos distribuidores ya han puesto el cartel de "no hay gasóleo".

Los representantes de los transportistas amenazaban ayer tarde con ir incrementando la presión si no se atienden sus reivindicaciones. Su próximo objetivo son los puestos fronterizos con Alemania, Francia, Holanda y Luxemburgo, donde ya se registraban concentraciones de vehículos pesados.