¿Pero qué hizo María Elena?
La sombra de Gran Hermano es alargada. Mientras esperamos que llegue El bus, podemos ir haciendo boca con Supervivientes: Expedición Robinson, que Tele 5 estrenó la noche del domingo.Frente a la claustrofobia de Gran Hermano, Supervivientes opta por los más lujuriosos exteriores: unos islotes panameños trufados de cocoteros, aguas cristalinas y puestas de sol de echarse a llorar. El premio para el ganador es la mitad de lo que se llevó el Pisha: sólo 10 millones de pesetas. ¿Qué ha sucedido aquí? ¿Ha habido que ahorrar en premios porque ha costado una pasta el viajecito? Supervivientes es un programa de realización suntuosa, pero no acaba de resultar lógico que te den 20 kilos por hurgarte la nariz en una casa prefabricada y sólo 10 por dormir a la intemperie, arriesgarte a una insolación, comer alacranes y sufrir picaduras de insectos.
A diferencia de Gran Hermano, las andanzas de estos modernos robinsones no son retransmitidas en directo. El jovial Juanma López Iturriaga nos las resume, resaltando unas cosas y ocultando otras. El montaje posterior (la estancia en la isla tuvo lugar hace unos meses) permite ofrecer al espectador un producto más cuidado estéticamente que GH, pero le quita la principal razón de ser de este tipo de experimentos: el morbo.
Aunque veamos a los concursantes construir su choza, zamparse en una noche la comida que debía durarles varios días y competir en pruebas de habilidad física, echamos de menos elementos que nos ayuden a comprender exactamente lo que ocurre. De esta manera, cuando llega el momento de echar a alguien y le toca a una tal María Elena, no entendemos muy bien qué hizo la pobre chica para cabrear tanto a sus compañeros. Sí, la hemos visto dejando caer sobre la arena unos trozos de sandía. Y oímos a sus colegas decir que tal vez no era muy hábil conviviendo. Pero seguimos sin saber por qué la mayoría del equipo decidió quitársela de encima.
¿Es divertido ver a una pandilla de gente agradable buscarse la vida en una isla desierta? A mí no me lo pareció mucho, la verdad. Y me extrañaría que una audiencia malcriada con surfistas reteñidos, gordos infantilones y ex prostitutas se conformara con la apacible cuadrilla de Supervivientes. A no ser que nos reserven un golpe de efecto para las próximas semanas.
Supervivientes logró un 27,1% de cuota de pantalla y una audiencia de 3.270.000 espectadores
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