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Los partidos critican los quiebros de Pujol sobre el fin del "ciclo reivindicativo"

El zig zag de Jordi Pujol acerca de fin del "ciclo reivindicativo" catalán provocó ayer una riada de críticas de todos los partidos. Mientras los aspirantes a sucederle al frente de CiU pugnan por hacerse un espacio político propio, el presidente catalán logró situarse una vez más en el centro del escenario, en una Diada del Onze de Setembre que discurrió en un clima festivo, con escasa participación en las manifestaciones. Unas 2.000 personas asistieron a la más concurrida, celebrada por los independentistas en Barcelona.Pujol ofreció el viernes poner fin en esta legislatura al ciclo reivindicativo de CiU si lograba un buen resultado en la revisión de la financiación autonómica y en sus reclamaciones de competencias. Pero en su mensaje a los ciudadanos con motivo de la Diada, el presidente de la Generalitat afirmó el domingo que el autogobierno catalán es insuficiente y eso le obliga a mantener viva la reivindicación. Ayer insistió, tras realizar la ofrenda floral en el monumento a Rafael Casanova acompañado de su Gobierno en pleno, en que la Generalitat necesita "una financiación justa" porque no disponer de ella "condiciona su futuro" de forma negativa.

Esta actitud suscitó la replicas de todos los partidos. El líder de la oposición socialista, Pasqual Maragall, explicó que no se hacía muchas esperanzas acerca de la disponibilidad de Pujol para cambiar de registro ni de método político. No obstante, interpretó las idas y venidas del presidente como una indicación más de que "se acaba una época en la que la defensa de los intereses de Cataluña la hacía suya CiU". El ex alcalde reiteró su convicción de que las fuerzas catalanas no conseguirán nada si "van a Madrid sólo a pedir", y mostró su esperanza en que ahora sea un buen momento para sustituir la reivindicación permanente por una política basada en la confianza. "Se debe cambiar de método", afirmó.

Susanna Saez
Consuelo Bautista
Marcel.li Saenz Martinez

Pujol replica a Duran y reivindica para su partido el liderazgo futuro de CiU

Un punto de vista distinto, aunque también muy crítico, adoptó Rafael Ribó, de Iniciativa-Verds (IC-V), quien acusó a Pujol de "engañar a la gente". La táctica de CiU ante los sucesivos gobiernos, fueran del PSOE o del PP, explicó el dirigente ecosocialista, "nunca ha sido una reivindicación clara, sino que ha sido siempre una negociación bajo mano y partidista". No obstante, Ribó reconoció que a Pujol le ha ido muy bien y le ha dado muchos votos "hablar hoy de reivindicación y mañana no".La celebración unitaria de la Diada no evitó que afloraran las divergencias existentes en el seno de la coalición nacionalista que gobierna Cataluña y que prometen recrudecerse en el futuro, tras la carrera emprendida por el líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, a la sucesión de Jordi Pujol. Ayer fue nada menos que el presidente de la Generalitat y de CDC quien se implicó por vez primera a ese empeño al recordar que su partido, Convergència, no renuncia a liderar la coalición en el futuro. Y lo hizo utilizando el método Duran: sin citar al líder democristiano, aunque sin dejar lugar a dudas sobre a quien van dirigidas sus palabras. "CDC tiene la obligación y el deber de mantener el liderazgo del nacionalismo catalán, con todas las renovaciones que hagan falta pero sin lanzarse a renovar por renovar", dijo Pujol en el acto inaugural de la exposición del 25 aniversario de CDC en el Museo de Historia de Cataluña.

La crítica de Pujol no se limitó al liderazgo futuro, sino también al terreno doctrinal. Si el pasado jueves, Duran Lleida anunciaba implícitamente su determinación de lanzarse a competir por la sucesión de Pujol envuelto en el proyecto del catalanismo político -nacionalismo moderado-, ayer el líder de CDC se encargaba de criticar los intentos de separar catalanismo y nacionalismo. "Con esta diferenciación entre los dos términos en realidad se lanza la idea de que se va descafeinando y al final no queda nada", subrayó el presidente de CDC.

"Cataluña es una nación", dijo, "y defender eso es nacionalismo". "No hace falta recurrir a destacar los elementos excluyentes o reductores del nacionalismo", exclamó el presidente de la Generalitat ante los aplausos entusiastas de los asistentes al acto entre los que se encontraba Artur Mas, consejero de Economía, futuro secretario general de CDC y candidato a delfín de Pujol. Como en la Diada hay tiempo para todo, Mas se había fotografiado minutos antes con Duran Lleida precisamente en la recepción del Parlament.

A la recepción del Parlament celebrada con motivo de la Diada asistieron un millar de personas, representantes de todo el arco político y de las instituciones económicas, sociales, sindicales y religiosas. La representación del Gobierno correspondió en esta ocasión a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés.

Declaración de Barcelona

En la conmemoración de la Diada participaron también representaciones de los partidos nacionalistas gallegos, vascos, valencianos, baleares y de Andalucía asociados a CiU y a ERC en las elecciones europeas y los aliados ecologistas de IC-V en el País Valenciano, Baleares y la Cataluña francesa. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, y el líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, acompañaron a los dirigentes de CDC en la ofrenda floral ante el monumento Casanova. Anasagasti no pudo evitar una comparación: "En el País Vasco no hay un Aberri Eguna [Día de la Patria] conjunto", lamentó tras señalar que le llenaba de "energía positiva" ver la "unidad social y política con que Cataluña celebra su Diada". Beiras y Anasagasti afirmaron que su presencia en Barcelona era una prueba de que la Declaración de Barcelona "sigue viva".

Por la tarde, unas 5.000 personas asistieron en el Arco del Triunfo de Barcelona, al acto cívico convocado por 80 entidades catalanas, agrupadas en la Comisión Onze de Setembre, ontra la ofensiva anti-nacionalista que, a su juicio, existe en España.

Entre todas las celebraciones de la Diada destacó la de Lleida, donde la Asociación de Africanos de Lleida, que agrupa a más de un millar de inmigrantes subsaharianos, participó en la celebración, informa Lluís Visa.

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