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SYDNEY 2000

Las dos Coreas desfilarán unidas bajo una sola bandera en la ceremonia inaugural

Santiago Segurola

Las delegaciones de Corea del Norte y Corea del Sur desfilarán unidas, bajo una sola bandera, en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, que comenzarán el viernes en Sydney. El acuerdo fue anunciado ayer por Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), en el discurso de apertura de la reunión anual de dicho organismo. El gesto se interpreta como un paso decisivo en el proceso de reunificación de ambos países, acelerado tras el histórico encuentro de los presidentes Kim Dae Yung (Sur) y Kim Yong Il (Norte) el pasado junio en Pyongyang.

Samaranch había convertido el acuerdo entre las dos naciones en la máxima prioridad de su agenda, a menos de un año de su abandono del cargo. Todavía en estado de guerra, toda vez que el conflicto bélico que enfrentó al norte y al sur en los años cincuenta terminó en un armisticio y no en un tratado de paz, las dos Coreas competirán unidas por primera vez en los Juegos Olímpicos.El acuerdo establece que en la ceremonia participarán 180 personas, 90 de cada país. La delegación de Corea del Norte había expresado su temor de quedar engullida por la amplísima representación del Sur, integrada por 400 deportistas, frente a los apenas 60 atletas del Norte. "Es un gesto trascendental que mostrará al mundo el deseo de las dos Coreas de reunificarse tan pronto como sea posible", manifestó Samaranch.

Los dos equipos desfilarán detrás de una sola bandera, sostenida por un representante de cada nación. Esta bandera, que muestra el perfil de toda la península coreana, ya fue utilizada por ambos países en el Mundial de tenis de mesa de Japón, en 1990, y en los Mundiales juveniles de fútbol que se celebraron en Portugal en 1991. La delegación conjunta llevará el mismo uniforme y será anunciada simplemente como Corea. Durante los Juegos, competirán como países separados, con distintos uniformes, himnos y banderas.

Samarach había dado máxima prioridad a este acuerdo, que se gestó durante las reuniones mantenidas con los representes del Norte y del Sur en los días previos al congreso que comenzó ayer en la Ópera de Sydney. Tras el anuncio, el presidente del COI posó con Kim Un Yong y Chang Ung, máximos dirigentes de los comités olímpicos del Corea del Sur y Corea del Norte.

"Tenemos la misma sangre", declaró Chan Ung, mientras Samaranch comentaba que "se trata de una gran noticia para el deporte, para la familia olímpica y para los Juegos de Sydney". Anita de Franz, representante de Estados Unidos en el Comité Ejecutivo del COI y firme candidata a la sucesión de Samaranch el próximo junio, también expresó su satisfacción. "Creo que mucha gente romperá a llorar de emoción el día 15".

Este asunto comenzó a negociarse después de que Samaranch enviara una carta a los líderes de ambos países poco antes de la cumbre que se celebró en Pyong Yang, capital de Corea del Norte. La propuesta del presidente del COI establecía el desfile unido de las dos delegaciones, seguido por las banderas del Norte y del Sur. Los representantes de Corea del Sur aceptaron inmediatamente. Corea del Norte dijo que no tenía sentido desfilar con dos banderas cuando el objetivo era la unificación.

"No es tan complicado desfilar juntos", había manifestado recientemente Kim Un Yong, presidente del Comité Olímpico de Corea del Sur. "Haremos todo lo posible por promover la paz, el diálogo y la cooperación. Trabajaremos en ello hasta el último minuto". Sus palabras se vieron refrendadas por el acuerdo anunciado ayer.

Samaranch acepta el veto

La noticia supone un éxito para Samaranch, que ha atravesado tiempos muy difíciles en los últimos meses. El prestigio del Comité Olímpico Internacional se había deteriorado gravemente con varios escándalos de corrupción. A menos de un año del abandono del cargo, el presidente del COI había puesto el máximo interés en lograr el acuerdo entre las dos Coreas. El impacto de la noticia sofocó las tensiones que se habían declarado entre Samaranch y el gobierno australiano, por la negativa del Ministerio de Inmigración a conceder el visado de entrada a dos destacados dirigentes del deporte, Gafur Rajímov (Uzbekistan) y Carl Ching (Hong Kong). El primero es miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Boxeo Amateur; el segundo opera como vicepresidente de la Federación Internacional de Boxeo Amateur. Ambos están presuntamente relacionados con las mafias rusa y china. Samaranch había pedido explicaciones al primer ministro australiano, John Howard, que mantiene su negativa a impedir la entrada a Rajímov y Ching. Samaranch dijo ayer que se daba por satisfecho con las explicaciones recibidas.

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