¿Ingenuos o se lo hacen?
El Leeds United, primer rival europeo del Barça, un especialista en colgarse el cartel de víctima
"¿Quieres un trago, Tony?"
David O'Leary, el simpático entrenador irlandés del Leeds United, tiene la costumbre antes de un partido importante de menospreciar las posibilidades de su jovencísimo equipo. "Sólo de milagro lograremos un empate". "Tenemos mucho que aprender". "Al menos será una buena experiencia para los chavales". El antiguo capitán de la selección irlandesa se pasó la temporada pasada diciendo cosas por el estilo y se pasará hoy, mañana y pasado (es una garantía) haciendo idénticas declaraciones ante el partido del miércoles contra el Barcelona en el Camp Nou en la Liga de Campeones. Añadirá, también, que tiene a la mitad del equipo fuera de combate, lesionados, y que, francamente, con tal de evitar una derrota vergonzosa regresará a casa contento.Que nadie se lo crea. Leeds quedó tercero en la Premier League la temporada pasada, por delante de potentes rivales como el Liverpool y el Chelsea, y llegó a semifinales de la Copa UEFA, venciendo a equipos de la talla del Roma de Fabio Cappello. Ahora, sí. Es verdad que varios jugadores importantes están lesionados.
Entre ellos, Jonathon Woodgate, el defensa central que muchos ven como futuro titular en la selección inglesa, y Harry Kewell, el talentosísimo media punta australiano. Kewell, zurdo de 21 años, se acaba de operar y no volverá a jugar hasta el año nuevo. Pero si mantiene el nivel que lo convirtió, según los votos de los demás profesionales de la Premier, en el mejor jugador joven de la temporada pasada -y si después madura en su conocimiento del juego como debería- Kewell no seguirá en el Leeds de aquí a tres años, sino que estará ganando enormes fortunas en un equipo como el Barça o el Madrid.
Abelardo, Frank de Boer y Cocu dormirán mejor el martes por la noche sabiendo que no se tendrán que enfrentar al crack australiano, un regateador innato con un remate devastador que un día podría ser considerado uno de los mejores jugadores del mundo.
¿Qué armas le quedan al Leeds? El arma más poderosa que tienen es consecuencia directa de su ingenuidad juvenil. No les asusta nada. Apartando al excelente portero, Nigel Martyn, y al sólido capitán suráfricano Lucas Radebe, la edad promedio del conjunto inglés es de 21 años. Si fuesen un poco mayores, si hubiesen vivido lo suficiente para enterarse de las limitaciones y las frustraciones que arrastra la vida, seguramente serían rivales menos complicados en el terreno de juego. En cambio, los niños chicos del Leeds, creídos y peleones, se ven capaces de vencer a cualquiera.
Por supuesto que la idea de jugar ante el legendario Barça les impresiona. Por supuesto que a las 20.40 del miércoles, cuando salgan al cesped del Camp Nou, el estadio más imponente que habrán visto jamás, se quedarán con las bocas abiertas. Y por supuesto que, también, cuando vean a Rivaldo al otro lado del campo se preguntarán, por un instante, ¿qué hacemos nosotros aquí?
Michael Bridges y Alan Smith, los dos delanteros del Leeds (uno de 22 años, el otro de 19) ya se están peleando, según declaraciones que hicieron ayer en la prensa inglesa, por ver quién se lleva la camiseta del brasileño al final del encuentro. O´Leary dijo la semana pasada -esta vez con auténtica sinceridad- que el Barça era su club de fútbol favorito del mundo, Barcelona su favorita ciudad. Afirmó, es más, que la final de la Copa de Europa se debería de jugar cada año en el Camp Nou. Pero una vez que comience el partido, toda esa admiración se esfumará. O´Leary, que nadie lo dude, cree que Bridges y Smith tienen la calidad y la absurda confianza en sí mismos para hacer sufrir a la veterana defensa barcelonista, para marcar goles en el mismísimo Camp Nou.
Bridges hizo a los aficionados del Leeds olvidar rápidamente a Hasselbaink hace un año. Más elegante que el holandés y casi tan hambriento de goles, Bridges marcó 19 en los 34 partidos de Liga que disputó el año pasado. Smith, si no fuese jugador, sería un hooligan de primer orden. Salió al campo sólo 19 veces en la temporada pasada, muchas de suplente, pero logró acumular seis tarjetas amarillas y una roja. Un partido contra el Arsenal se lo pasó preguntándole al defensa londinense, y actual capitán de la selección inglesa, Tony Adams, "Oye, ¿quieres un trago, Tony?" Es bien sabido que Adams, tan respetado en el fútbol inglés como Hierro en el español, luchó consigo mismo durante muchos años para poder superar un grave problema de alcoholismo.O´Leary reconoció hace poco haber tenido que hacer un esfuerzo para controlar al "gamberrrismo" de Smith, que tiene la cara, y la maldad, de un chico de 14 años. No se sabe si el irlandés ha logrado su objetivo, aunque Smith sí parece ser mejor jugador que el año pasado. Ya lleva cinco goles en lo que va de la temporada inglesa y Kevin Keegan lo ha convocado por primera vez para la selección. Lo que está claro es que De Boer o Abelardo no sólo tendrán que impedir que anote goles pasado mañana, sino también evitar caer en la enorme tentación de darle al chavalito una buena bofetada.
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