Más de lo mismo, pero en Segunda

Instalado en la misma mediocridad que le condujo al descenso, el Betis de Fernando Vázquez compareció ante su afición, a la que apenas si tardó siete minutos en darle el día. Tiempo que necesitó el aplicado Elche para casi sentenciar un partido que nació muerto por parte del anfitrión, incapaz de acordarse de la última victoria obtenida en su campo, allá por el mes de febrero.Y es que este equipo no convence ni a su entrenador, a quien más tarde el presidente del club, Manuel Ruiz de Lopera, no dudó en pedir explicaciones de forma bastante abrupta sobre determinadas ausencias en el banquillo. No era sólo que el técnico hubiera echado en falta una delantera más solvente, donde ni Cuéllar primero, y con igual suerte Gálvez después, hicieron gran cosa, sino que el Betis sigue funcionando con un motor gripado que, al igual que el pasado año, impide que su juego llegue a eso, a juego.

Sí, se echó de menos a Alfonso, a Finidi e incluso a Oli, pero más se echó en falta a alguien que no fueran Merino e Ito para organizar ese desaguisado en el que tan sólo Varela y Benjamín parecían conocer su misión.

Así, no es de extrañar que la grada la tomara con Ito, porque al extremeño, carente de creatividad, le quedó grande el cargo. Ante esta inquietante situación, basta que un equipo con oficio en Segunda como el Elche, revestido de la calidad que brindan jugadores como Mazinho, Nino o Iván Rocha, dé dos golpes y provoque que un rival tan enquencle como este Betis se tambalee. Eso fue lo que hizo el equipo de Felipe Mesones en los primeros diez minutos y tambaleándose pasó el Betis el resto del partido.

A dos ocasiones claras en el primer tiempo, la primera de Benjamín y la segunda de Merino y varios desafortunados conatos protagonizados por un mermado Gálvez en la segunda mitad se resumió la actuación del conjunto de Vázquez. Un Betis cogido con alfileres que ayer se llevó la primera y merecida bronca de su afición y una nítida impresión de lo que, seis años después, le aguarda en la Segunda División.

Una categoría que al presidente del Betis se le ha indigestado desde muy de principio. Nada más concluir el encuentro, Lopera arremetió contra las decisiones que adoptó su entrenador, Fernando Vázquez, al que recriminó que solicite todo tipo de refuerzos y que luego ni siquiera los incluya en la convocatoria. "Para qué pide refuerzos si se los traes y luego no cuenta con ellos", se preguntaba Lopera: "¿Sabéis dónde estaba Torres Mestre? Tomando café ¿Y Gálvez?, castigado en el banquillo 45 minutos. ¿César? Ni tan siquiera se ha vestido", reprochaba Lopera. Vázquez, por su parte, solicitó al presidente que no se inmiscuya en su labor: "Asumo mis decisiones en la faceta deportiva,que es la que me toca".