Sampras, último obstáculo para Marat Safin
La final enfrentará a los máximos exponentes del duelo generacional del tenis mundial
Marat Safin está a un paso de cumplir sus previsiones. Llegó al Open de Estados Unidos con la pretensión de ganar el torneo, y hoy disputará su primera final en un torneo del Grand Slam. Safin frenó de golpe la agónica ascensión del estadounidense Todd Martin, finalista en Nueva York el año pasado, y le derrotó por 6-3, 7-6 (7-4), 7-6 (7-2) en 2 horas y 18 minutos. Safin se enfrentará en la final (22.00, Canal +), a Pete Sampras que se impuso al australiano Lleyton Hewitt, de 19, por 7-6 (9-7), 6-4, 7-6 (7-5) en 2 horas y 36 minutos.La final supondrá el máximo exponente del duelo generacional que se está produciendo en el circuito para hacerse con el liderato del tenis mundial. Safin, de 20 años, se ha convertido en el abanderado de los jugadores englobados en la campaña "New Balls Please" a los que el ATP Tour quiere convertir en estrellas. Sampras, con 13 títulos del Grand Slam (el último en Wimbledon) y seis años consecutivos número uno mundial, se niega a ser dilapidado. "Con 29 años, me siento joven. Y con mi saque puedo jugar aún algunos años, centrándome en los grandes torneos". Sampras, que a partir del lunes será número uno, y Safin están empatados a una victoria: Pete ganó en el Open de EEUU de 1998; Safin se impuso hace unas semanas en los cuartos de final de Toronto.
"Es bonito estar ya en la final, pero aún hay que ganar", argumentó Safin, que volvió a mostrar una solidez física y mental sin fisuras. Sacó mal y se exasperó por ello. Pero siempre mantuvo a Martin -que dispuso de una bola de set en la segunda manga- bajo control. El ruso cerró el partido con un ace a 214 kilómetros por hora.
El último desafío de Safin será el más duro. Sampras volvió a constatar su calidad. En todo el partido concedió cinco bolas de break, aunque sólo una vez perdió su saque. "Contra Safin deberé ser incluso más agresivo que hoy", comentó el campeón americano. "Si le dejas jugar es extraordinariamente peligroso. Y él cree que puede ganarme. No se siente intimidado". La final femenina entre Davenport y Venus Williams fue aplazada por la lluvia, y no había concluido al cierre de esta edición.
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