Serena frustra una final familiar
Lindsay Davenport derrota en dos mangas a la menor de las Williams, y Sampras elimina a Krajicek
"Creí que había perdido"
La prepotencia de la familia Williams recibió ayer una bofetada dolorosa. Serena Williams, la menor de la dinastía y vigente campeona, fue eliminada en cuartos de final del Open de Estados Unidos por la número dos mundial, Lindsay Davenport, por 6-4, 6-2 en una hora y 29 minutos, y frustró de esta manera la posibilidad de una final con su hermana Venus. "Todo el mundo hablaba ya de esta final, pero creo que tanto Martina Hingis como yo teníamos aún algo que decir". Lo de Davenport fue más que una victoria un acto de afirmación. Había perdido cinco de sus últimos seis partidos frente a Serena y necesitaba romper esta dinámica."Quería hacerlo bien aquí", comentó luego la estadounidense, que se enfrentará a la sorprendente Elena Dementieva, de 18 años, por primera vez en unas semifinales del Grand Slam. La otra semifinal la disputarán Martina Hingis y Venus Williams, cuyos enfrentamientos previos arrojan una ventaja de 9-6 para la suiza. Davenport, campeona del Open de EEUU en 1998, perdió frente a Serena en las semifinales del año pasado. Pero tampoco aquella vez pudo realizarse el sueño de Richard Williams, padre de las dos tenistas negras, ya que Venus perdió ante Hingis.
"Ya sé que eso es lo que quería mucha gente", declaró Serena, de 18 años, con una expresión aún un poco rabiosa por la derrota que acababa de sufrir. "Hay muchas personas que nunca querrían ver una final entre las hermanas Williams. Pero eso ocurrirá en el futuro. Nadie podrá evitarlo". Por el momento, en una pista central llena hasta la bandera, Serena recibió una lección. En ningún momento consiguió controlar el excelente servicio de Davenport (nunca lo perdió), y se vio desbordada con los restos y los angulados y precisos golpes de la estadounidense. Davenport no perdió la calma, ni siquiera en los últimos juegos del partido, cuando Serena le salvó cinco bolas de partido con 5-1 en la segunda manga y tuvo que sacar para ganar.
En el vestuario, Davenport recibió el aplauso de la número uno mundial Martina Hingis. "Entre nosotras nos llevamos bien", explicó la estadounidense sobre la confabulación de ambas frente a las Williams. "Estamos unidas contra ellas. Es una forma divertida de afrontar esta situación. Ellas apenas nos hablan". Davenport relató que suelen darse ánimos antes de los partidos. En el circuito, las hermanas Williams no tienen excesivas simpatías. "Algunas las ven como una amenaza en los Grand Slam".
Sin embargo, el fenómeno Williams ha sobrepasado las barreras del circuito tenístico. Mientras ellas siguen ganando títulos (Venus ganó este año Wimbledon y Serena el Open de EEUU el año pasado), firmando excelentes contratos, y siendo emuladas en unas muñecas que se han puesto a la venta en EE UU a 20 dólares (3.600 pesetas) cada una, sus detractores también van aumentando. Ayer, la factoría Williams sufrió una bajada en la bolsa, cuando Serena se retiró del doble femenino por una lesión en su pie izquierdo.
Las semifinales masculinas se disputarán hoy. Ayer, el ruso Marat Safin (6º cabeza de serie) derrotó al alemán Nicolas Kiefer (14º) por 7-5, 4-6, 7-6 (7-5), 6-3, después de ir perdiendo por 5-2 en la primera manga. Safin jugará contra Todd Martin o Thomas Johansson en las semifinales. En la parte alta del cuadro, Lleyton Hewitt jugará ante Pete Sampras, que salvó cuatro bolas de set (2-6 en el desempate de la segunda manga) antes de acabar superando al holandés Richard Krajicek por 4-6, 7-6 (7-5), 6-4, 6-2. Arantxa Sánchez Vicario, por su parte, ganó el torneo en la categoría de dobles mixtos junto al estadounidense Jared Palmer tras vencer en la final a Kurnikova-Mirny por 6-4, 6-3.
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