El alcalde de Hondarribia pide calma y serenidad ante el Alarde

El alcalde de Hondarribia, Borja Jáuregui (PNV), pidó ayer a sus vecinos, por primera vez desde que se iniciaron los incidentes, que mantengan "la calma y la serenidad" ante la celebración, mañana, del Alarde y les ha recordado que quien ejercita la violencia "pierde la razón y su razón". Jáuregui, que se confiesa defensor del Alarde tradicional y cuyo papel ha sido muy criticado por la compañía Jaizkibel, ha mostrado su preocupación por el clima de enfrentamiento creado en vísperas del desfile. Los integrantes de la compañía mixta, partidarios de que hombres y mujeres desfilen en igualdad de condiciones, han tenido que ser protegidos por la Ertzaintza en tres ocasiones de miles de vecinos que les amenazaban e increpaban cuando ensayaban.La compañía Jaizkibel encabezará el desfile del Alarde según la orden emitida por el Departamento de Interior. Esta resolución ha sido recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia vasco, que comunicará hoy su fallo. El alcalde alegó ayer en la vista oral que la decisión de Interior es "poco proporcional y no acertada".

El grado de hostigamiento contra ellas ha alcanzado tal grado que las mujeres de Jaizkibel temen que no puedan desfilar este viernes. Ayer volvieron a acusar a los partidos de haberse desentendido del conflicto y pidieron a las instituciones que "cumplan sus leyes y respeten sus propios acuerdos". Exigen además la implicación de todos los sectores sociales para acabar con la conflictiva situación que están padeciendo los habitantes de Hondarribia.

Coincidiendo con este nuevo reproche de Jaizkibel, los grupos parlamentarios realizaron ayer una declaración conjunta en la que reclaman "calma, tolerancia y respeto", así como "diálogo social" entre las partes enfrentadas para que el Alarde se celebre "en paz e igualdad". También el diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, pidió el cese de las coacciones. En los últimos días 22 vecinos de Hondarribia han sido detenidos por la Ertzaintza y puestos a disposición judicial acusados de desórdenes públicos y desobediencia a la autoridad.