El BBVA revisará su acuerdo con Telefónica tras la salida de Villalonga

El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) multiplicará por cuatro en tres años los beneficios que obtiene en Latinoamérica. De los 60.000 millones de pesetas actuales pasará a 240.000 millones al término de 2002, según explicó ayer el copresidente de la entidad Francisco González. El también copresidente del grupo bancario Emilio Ybarra señaló que el acuerdo de 14 puntos que mantiene con Telefónica será revisado para matizarlo punto por punto, debido al cambio en la gestión de la operadora.

Al margen de la estrategia puramente americana los copresidentes del BBVA abordaron ayer, en una rueda de prensa celebrada en la capital de México, previa al Consejo de Administración de BBVA Bancomer, otros dos aspectos clave para el futuro de la entidad: el acuerdo con Telefónica después de que César Alierta sustituyera a Juan Villalonga al frente de la operadora y la expansión en Europa.Respecto a la relación con Telefónica, Emilio Ybarra explicó que el acuerdo de 14 apartados suscrito entre la operadora y el banco el pasado mes de febrero "será revisado para matizarlo puntualmente", aunque con el espíritu de mantenerlo y reforzarlo.

El BBVA entiende que el cambio en la gestión de Telefónica va a requerir la introducción de algunos matices en el pacto aunque no de especial relevancia en el esquema del acuerdo. Además, las reticencias expuestas por el Tribunal de Defensa de la Competencia a un aspecto concreto del pacto, el desarrollo de Movilpago, también va a hacer necesario introducir algunos retoques en el acuerdo de febrero.

El primer Consejo de Administración de BBVA Bancomer, celebrado ayer en Monterrey (México) supuso el pistoletazo de salida de la mayor entidad financiera mexicana, una pieza clave en la estrategia del grupo español.

El nuevo banco, el mayor privado de Latinoamérica, ha provocado que la dirección del BBVA haya revisado su proyección de beneficios para el conjunto de la zona y ahora pronostique que sus resultados se van a multiplicar por cuatro en un plazo de tres años. Es decir, a finales de 2002 los beneficios del BBVA procedentes de Latinoamérica se elevarán a 240.000 millones de pesetas. De acuerdo con esa previsión, el beneficio total del grupo en esa fecha ascendería a 600.000 millones de pesetas, puesto que los resultados obtenidos en Latinoamérica son aproximadamente el 40% del total. Ello significa una revisión al alza de los beneficios globales del grupo que, en estos momentos, están fijados en 500.000 millones de pesetas. No obstante, esta revisión aún no ha sido asumida oficialmente por el banco vasco.

El BBVA Bancomer también servirá de puerta de entrada para el grupo español en el mercado hispano de Estados Unidos. En estos momentos Bancomer ya da servicio (básicamente transferencias de fondos) a 220.000 mexicanos en Estados Unidos, una cifra que se colocará en 300.000 personas a finales del presente ejercicio. Esta clientela representa un potencial importante de negocio, dado que la renta de la que disponen el conjunto de los mexicanos que viven en Estados Unidos es prácticamente igual al Producto Interior Bruto (PIB) de México. Por ello el banco español tiene en cartera ampliar la gama de servicios dirigida al mercado de habla hispana e incluso no descarta la posibilidad de solicitar una ficha bancaria o llegar a un acuerdo con un banco ya situado en Estados Unidos para potenciar este negocio.

En cuanto a cuál va a ser la estrategia del BBVA en Europa, los dos presidentes dejaron claro que no tienen la menor intención de precipitarse, aunque están convencidos de que va a ser uno de los actores principales, no más de cinco en opinión de Francisco González, del nuevo mapa bancario del Viejo Continente. Su intención es participar en operaciones que, siguiendo la línea emprendida en Latinoamérica, le coloquen a la cabeza de la tabla del país en que entren. Además, descartan tajantemente el establecimiento de una red de participaciones financieras con otras entidades europeas, al estilo elegido por el Banco Santander Central Hispano (BSCH). No obstante, Francisco González se apresuró a señalar que este razonamiento no es una crítica a su gran competidor. "Cada uno tiene su estrategia y hay que reconocer que la del BSCH está siendo premiada por el mercado", sentenció.

Por su parte, Emilio Ybarra señaló que el Gobierno ha de mantener su férrea política de lucha contra la inflación en un momento en el que ésta se ha disparado, principalmente por el espectacular encarecimiento del petróleo.