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El juez interroga hoy a los agentes que detuvieron al guineano muerto

Los dos funcionarios policiales que detuvieron en Lanzarote el pasado 20 de mayo al ciudadano de Guinea Bissau Antonio Augusto Fonseca, que murió poco después en la comisaría, declararán hoy a las 10.00 horas ante el juez de Arrecife que investiga su fallecimiento. La declaración de los dos policías permitirá al fiscal asignado al caso, Miguel Pallarés, decidir si solicita o no medidas cautelares sobre ambos, que consistiría en su suspensión del servicio.Los agentes, con números de placas 66.395 y 74.180, contarán con la defensa de un abogado del Estado que ya ha sido asignado. La familia de Fonseca, a través de su abogada Amparo Banqueri, los acusa de haber maltratado al detenido hasta causarle la muerte, una versión avalada por la autopsia practicada por el catedrático forense José Antonio García Andrade, que llegó a la conclusión de que el guineano pudo morir por un golpe seco en el cuello y no por sobredosis de droga, como sugirió en un principio la versión oficial.

El informe que ha elaborado el comisario principal Manuel Reverte, enviado por la Dirección General de Policía a la comisaría de Arrecife para investigar los detalles de la muerte de Fonseca, concluye que "no existen indicios claros" para imputar responsabilidades. Asimismo señala que desde que el detenido llegó a la comisaría "no fue objeto de tipo alguno de violencia o de malos tratos".

Manipulación del cuerpo

El informe concluye que el cuerpo del guineano fue manipulado y que las fotos mostradas por la familia se realizaron "subrepticia e irregularmente" después de la segunda autopsia, realizada cuatro días después de la muerte. El documento hace un detallado relato de los hechos acaecidos durante la madrugada del 20 de mayo. Destaca que el aspecto del cadáver que se aprecia en las fotografías que se tomaron en el depósito municipal no refleja la apariencia del cuerpo en el momento de su fallecimiento, sino el estado que presentaba después de la segunda autopsia. La Dirección General de la Policía ha aportado los testimonios de dos vecinos que aseguran que el ciudadano guineano se resistió y trató de agredir a los dos agentes cuando procedían a su arresto. La versión de la detención contada por Jaime C. F. y por su esposa, vecinos de la familia Fonseca en la calle de la Igualdad, de Arrecife, concuerda esencialmente con la idea de una detención intachable aunque violenta por la resistencia opuesta por el guineano, corrobora que Fonseca no fue encerrado en el maletero del coche patrulla y avala que se golpeó con un espejo retrovisor al intentar huir. Se trata de los puntos de apoyo del relato ofrecido por Interior.

El informe médico de los dos policías, que fueron atendidos en urgencias por erosiones en las manos y el cuello tras llevar a comisaría al ciudadano guineano, no obra en las diligencias, informó la letrada Amparo Banqueri.

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