Gore
Gore es un "marido fiel, padre cariñoso, baptista devoto, de gran capacidad intelectual y disciplina", según cuenta EL PAÍS el domingo 20 de agosto. Si un político se presentase a unas elecciones en España o en Francia (donde he nacido, de origen italiano) con esos títulos, lo menos que pensarían los ciudadanos es que es el candidato de un partido fascista o que no andaría muy lejos de esa ideología. Pero en EE UU es "el príncipe demócrata", como titula EL PAÍS el excelente artículo.Leyéndolo con atención, resulta claro que desde que alcanzó la mayoría de edad se ha venido preparando para ser presidente de los Estados Unidos. Hijo de un senador por Tennessee, ese Estado feudal del sur esclavista, hasta no hace mucho tiempo, estudió en la distinguida Universidad de Harvard y vistió el uniforme militar en Vietnam durante cinco meses, sirviendo como reportero del diario de una brigada de ingenieros en la ciudad de Saigón. Al regresar a su país, pasó a trabajar como redactor de un diario local de Tennessee, el Nashville, donde estuvo cinco años escasos. Ha sido su única actividad privada, porque a los 28 años fue elegido representante por ese Estado y desde esa fecha siempre ha viajado en auto oficial con chófer.
Ocho años representante, otros ocho senador y ocho vicepresidente, es un político profesional, del establisment, como dice EL PAÍS. ¿Qué ha hecho en ese cuarto de siglo dedicado a la política? Votó contra el aborto "por el derecho a la vida del feto" y en favor de la libre posesión de armas. "Dos posiciones que ahora reniega", dice el diario, "aunque está claro que los políticos cambian mucho de opinión" y podría volver a cambiar después de ser elegido. Durante los últimos tres años se ha hablado de él por tres razones: dos escándalos relacionados con la financiación del partido demócrata ("nadie me dijo que eso era ilegal", fue su defensa) y por apoyar que el niño Elián González no regresara con su padre y sus abuelos a Cuba, sino que se quedase en los Estados Unidos. También fue partidario de la Guerra del Golfo, de la invasión de Granada, de los bombardeos de Serbia y la intervención en Kosovo y ha defendido con inquebrantable firmeza a Israel en el conflicto de Oriente Próximo.
En los últimos ocho años se le encomendaron unas áreas específicas, aparte de las antes señaladas, de las que es corresponsable como vicepresidente de los Estados Unidos: la reforma de la Administración pública, las telecomunicaciones, Internet, la guerra contra las empresas tabacaleras y el desarme nuclear (de la antigua URSS). Me gustaría saber cuáles son las realizaciones y resultados concretos en esas áreas específicas. Parece que Gore va a ser el presidente de los EE UU.
Pero ¿qué hemos hecho, Dios mío, los hombres para merecer tantos castigos por obra de los sucesivos mediadores del pueblo elegido para regir el mundo?- Hugo Gambini. Madrid
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