"Queremos pasar en cuatro años de 250 a 8.000 plazas hoteleras"

El socialista Antonio Pérez Martín, alcalde en funciones de Salobreña (Granada), asegura que el municipio costero vivirá en esta legislatura una auténtica revolución turística. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana prevé la construcción de diez hoteles de lujo con 8.000 plazas. El desarrollo urbanístico, asegura Pérez Martín, respetará el atractivo casco antiguo.Pregunta. ¿Cómo puede competir Salobreña con Motril y Almuñécar, municipios cercanos que la superan en población y recursos turísticos?

Respuesta. Salobreña es un lugar privilegiado que aún no se ha desarrollado, lo que nos otorga la ventaja de poder optar por modelos turísticos alternativos más atractivos. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana contempla la construcción de diez hoteles con muchas zonas verdes y con una altura máxima permitida de dos o tres plantas. Tratamos de adaptarnos al modelo que demanda el turista centroeuropeo que suele venir por aquí, con instalaciones cercanas a la naturaleza.

P. Para ser una localidad turística, la infraestructura hotelera de Salobreña resulta minúscula.

R. Es cierto. Sólo existen dos hoteles que en total suman unas 250 plazas: uno de tres estrellas que está a dos kilómetros del casco urbano y otro, dentro, de dos estrellas. Apenas cubren mínimamente las necesidades. Por eso pretendemos construir diez hoteles de un mínimo de cuatro estrellas para pasar de 250 a 8.000 plazas en cuatro año. Ya hay ocho o nueve cadenas hoteleras dispuestas a invertir.

P. El salto será descomunal.

R. Salobreña está preparada para hacerlo. Las infraestructuras se han desarrollado pensando en un municipio turístico, lo que nos permite absorber este volumen de crecimiento. La idea es que este cambio radical pueda ser una realidad dentro de la actual legislatura.

P. ¿Tendrían más inversores con mejores comunicaciones?

R. Las malas comunicaciones nos mantienen aislados y han impedido nuestro desarrollo económico. Lo primero que te pregunta un inversor es por las comunicaciones y se le cambia la cara cuando le hablas de varias horas para llegar al aeropuerto de Málaga. Para nosotros son prioridades urgentes la conclusión de la autovía Bailén-Motril y el cierre de la Autovía del Mediterráneo. No es posible que en ir de Salobreña a Granada se tarde en verano dos horas.

P. ¿El crecimiento previsto respetará el notable casco antiguo de Salobreña?

R. El casco histórico es uno de los principales atractivos del municipio y no va a sufrir la agresión del turismo y la construcción. Pero no hay contradicción entre su protección y el desarrollo de la playa. Una de las áreas de crecimiento está lejos de la población y en la otra, cercana al centro, se van a establecer unas bandas de protección alrededor del Peñón de Salobreña. Además, sólo se permitirá edificar en la cuarta parte de cada solar y el resto se dedicará a equipamientos y espacios abiertos.

P. La estacionalidad del turismo sigue siendo un problema.

R. No podemos circunscribir el turismo sólo a los meses de verano. Eso sería un error y además haría costosísimo crear equipamientos sólo para darles un uso de meses. De hecho, Salobreña mantiene unas infraestructuras como municipio turístico muy superiores a las que necesitaría un pueblo de 10.000 habitantes.

P. ¿El presupuesto se equipara a esas necesidades?

R. Salobreña tiene un presupuesto de 1.950 millones de pesetas, bastante alto comparado con municipios del interior de Granada con la misma población. Pero, en un domingo de agosto Salobreña llega a tener 50.000 habitantes. Y, aún así, no tenemos problemas de aparcamiento ni masificación en los 3,5 kilómetros de playas.

P. ¿Se apuntará Salobreña a la fiebre de los invernaderos?

R. La idea es diversificar y buscar un equilibrio entre las actividades económicas. Un municipio no puede vivir exclusivamente del turismo porque el sector puede entrar en recesión. Nosotros lo compaginamos con la agricultura. Ocurre que el mercado de las frutas subtropicales, típicas de la zona, ha decaído en los últimos años y la caña de azúcar sólo subsiste con subvenciones. Por eso pretendemos mejorar la economía permitiendo la construcción de invernaderos allí donde no resulten agresivos para el entorno.