Dos trabajadores, muertos durante las labores de extinción de un incendio forestal en León
Dos miembros de la brigada forestal de Villafranca del Bierzo, Fidel Brañas Barredo y Manuel García García, ambos de entre 30 y 40 años, murieron ayer durante las labores de extinción de un fuego que se declaró en Oencia, a 60 kilómetros de Ponferrada (León). Los trabajadores murieron a consecuencia de un cambio en la dirección del viento, "que les ha pillado y envuelto", según explicó el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago. Otra persona que participaba en la extinción de ese fuego sufrió un accidente y se lesionó una rodilla.
Brigada experimentada
Ambos trabajadores fallecidos formaban parte de la cuadrilla de Villafranca del Bierzo que se encargaba de las labores de extinción de un incendio que se había declarado a las 17.00 entre las localidades de Oencia y Ardón, a unos 60 kilómetros de Ponferrada, en el límite de la provincia de León con la de Ourense.El siniestro se produjo cuando los miembros de la brigada de Villafranca, apoyada por otra cuadrilla de la base de Cueto, se encontraban en la zona del monte en llamas. Los trabajadores se vieron sorprendidos por un repentino cambio en la dirección del viento, que fue lo que hizo que quedaran atrapados por las llamas. Además, un miembro de otra cuadrilla sufrió un accidente que le causó heridas leves en una rodilla.
José Manuel Fernández Santiago, vicepresidente primero y consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, declaró a Europa Press que el incendio en el que intervenían los trabajadores no revestía gravedad y explicó que el accidente de esta "brigada experimentada" fue causada por un cambio del viento, "que les ha pillado y envuelto". No obstante, las llamas arrasaron castaños muy viejos. El delegado de la Junta de Castilla y León, Luis Aznar, dijo que el incendio fue "posiblemente provocado".Al cierre de esta edición, los cadáveres de los dos trabajadores, que tenían entre 30 y 40 años, no habían podido ser rescatados, a pesar de que dos agentes de la Guardia Civil, en un vehículo todoterreno, trataron de llegar hasta el lugar, a unos 1.200 metros de altitud, donde se encuentran los cuerpos, una zona muy escarpada. Unas 20 personas seguían trabajando pasada la medianoche para intentar sofocar las llamas.
Haces escasas semanas otro incendio provocó serios daños en el paraje de Las Médulas, también en León, donde se encuentran unas minas romanas que son patrimonio de la humanidad.
Con estas dos muertes son ya seis los miembros de brigadas forestales de extinción de incendios que han perdido la vida desde el pasado mes de junio. Tres miembros del Servicio Forestal y de Calidad Ambiental (SEFOCA) fallecieron en Badajoz a causa de un accidente de tráfico cuando se dirigían a apagar un incendio en las cercanías de la localidad de Llerena.
Y el pasado 18 de junio falleció el piloto de un helicóptero que se dirigía al municipio malagueño de Benehavís, donde se había declarado un fuego. El aparato cayó al suelo tras colisionar contra una línea de eléctrica de alta tensión.
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