FIESTA CULTURAL EN BERLÍN

Miles de noctámbulos berlineses olvidaron la cita del sábado por la noche en la discoteca, el cine o el bar y participaron en la Larga Noche de los Museos. Convertidos en concurridas salas de fiesta hasta entrada la madrugada, los museos se llenaron de gente hasta la madrugada de ayer, domingo, ofreciendo una imagen singular de la capital alemana, con grandes filas de personas, en su mayoría jóvenes, deseosas de entrar en los museos o esperando el autobús para recorrer la ciudad de sala en sala de exposiciones. Cerca de un centenar de museos, bibliotecas, archivos o galerías privadas invitaban al paseo nocturno, que ofrecía un repertorio de 13 posibles rutas para hacer en los 60 autocares especialmente fletados para la ocasión. Se calcula que fueron de museo en museo más de 50.000 personas, a las que se amenizaba la espera con conciertos al aire libre, cantos corales y tenderetes de refrescos. Cada una de las salas ofrecía a su vez un amplio programa de animación, con actuaciones en directo, proyecciones de cine e incluso servicio de coctelería. Los puntos más frecuentados fueron la denominada Isla de los Museos, el centro de arte contemporáneo de la remozada Estación de Hamburgo, así como el montaje luminotécnico instalado dentro de un viejo vagón de tren por la neoyorquina Yoko Ono. Según los organizadores, hasta las dos de la madrugada no hubo una sola plaza libre en los autobuses que realizaban la ruta por los museos más céntricos de la ciudad. La Larga Noche de los Museos berlinesa se celebra con periodicidad semestral y alcanzó en su octava edición celebrada el sábado un récord absoluto de visitantes.-