Gené, delante de los Arrows

Todas las circunstancias que no afectan al duelo entre Schumacher y Hakkinen suelen pasar desapercibidas para el gran público en las últimas carreras del Mundial de F-1. Todos los demás pilotos se están convirtiendo en meros comparsas de la pugna que ellos dos mantienen por el título. Incluso el interés que había despertado el escocés David Coulthard, cuando se convirtió en el principal competidor del alemán (estuvo a dos puntos) tras el GP de Alemania, ha ido decreciendo a medida que Hakkinen ha vuelto a coger las riendas en la escudería McLaren-Mercedes.Ayer, en Spa se produjo un nuevo capítulo de la misma historia. Ni Trulli, que desapareció de la carrera en la cuarta vuelta; ni Button, que salió de la segunda fila; ni Coulthard, y ni siquiera Barrichello contaron. Realizaron su carrera sin perturbar el gran duelo. Y la verdad es que nadie esperaba más de ellos.

Los dos pilotos españoles están en otra batalla. De la Rosa tuvo ayer una pésima jornada, contrariado por una penalización de 10 segundos (por adelantar con el coche de seguridad en pista), por los cambios de neumáticos y por un pinchazo. Concluyó la carrera en 16ª posición, por detrás de su compañero de equipo, Jos Verstapen, y superado también por Marc Gené (Minardi), que esta vez acabó 14º, por delante de los dos Arrows, tras una buena carrera. "La sanción ha sido injusta", comentó De la Rosa. "Cuando se retiró el coche de seguridad, Diniz patinó y su coche se cruzó. No me quedaba otra alternativa que adelantarle para evitar males peores".