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Los socialistas renovadores impulsan al guerrista Rafael Simancas como líder regional

El congreso de noviembre nombrará al sustituto de Lissavetzky al frente de la FSM

F. Javier Barroso

El guerrista Rafael Simancas se perfila como el candidato con más bazas de ser el próximo secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), tras la marcha de Jaime Lissavetzky a la política nacional. Los renovadores han elegido a este concejal del Ayuntamiento de Madrid porque su ascenso supondría la presencia de una cara nueva en la ejecutiva, siguiendo la corriente de cambios propugnada por el 35º Congreso del PSOE, en el que se alzó vencedor José Luis Rodríguez Zapatero. El congreso de los socialistas madrileños se celebrará en noviembre.

Seguidores de Zapatero

La baza que está jugando el sector renovador pasa porque los barones de la federación dejen paso a nuevas caras. El pacto es de ida y vuelta, recuerdan sus promotores. Si los líderes de la renovación aupan a un guerrista, el sector de José Acosta debe hacer lo mismo. "Lo que está claro es que el congreso federal ha marcado un antes y un después. Nombres como Jaime Lissavetzky, Alfredo Pérez Rubalcaba o Joaquín Leguina tienen que desaparecer de una vez por todas para que exista una verdadera renovación en la FSM", recuerda un miembro de la corriente renovadora.Rafael Simancas se perfila como el candidato idóneo para estos nuevos tiempos. Es joven (34 años), tiene experiencia en política -es concejal de Madrid desde hace seis años- y no ha ocupado ningún puesto destacado dentro de la FSM.

El sector que hasta ahora ha encabezado Jaime Lissavetzky también está jugando otras bazas. El alcalde de Getafe, Pedro Castro, mantiene reuniones con los secretarios de las principales agrupaciones de la región. Su cometido consiste ahora "en quitar todas las etiquetas de las familias". "El PSOE debe superar esta etapa y poner lo mejor que tenga. Sólo de ese modo se podrá llegar a ganar la Comunidad de Madrid y, desde ahí, el Gobierno de la nación. No hay que olvidar que Álvarez del Manzano es un desierto de ideas, que se ha dedicado a levantar una ciudad gris y desierta", señala Castro.

El alcalde de Getafe rechaza de momento ser candidato a la secretaría general: "No quiero ser el problema, sino la solución". Castro atribuye al sector renovador el 40% de la Federación Socialista, el mismo porcentaje que otorga al guerrismo. El 20% restante se distribuye entre los renovadores de la base y entre Izquierda Socialista.

El sector guerrista no mueve ficha, de momento. José Acosta sólo se ha reunido con líderes de la renovación durante el congreso federal, en los que ya dejó ver que había que cambiar la FSM. No se llegó a concretar ni el quién ni el cómo. Ahora pretende reunirse en los próximos días para analizar la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero y su repercusión en la región. A partir de ahí, se iniciarán contactos con otras corrientes de la federación. También afirman que quieren llegar al congreso con caras nuevas.

Otra figura que apuesta por el consenso es el alcalde de Fuenlabrada y diputado nacional, José Quintana. Éste organizó tras el 35º Congreso una cena con los alcaldes de la zona sur (los denominados por algunos socialistas como los barones de la FSM). En este acto se puso sobre la mesa la necesidad de integrar a todas las corrientes de opinión. "Lo que está claro es que los renovadores de la base [grupo liderado por José Luis Balbás, que apoyó a José Luis Rodríguez Zapatero] no pueden ser de nuevo protagonistas, porque sólo se dedican a ser un grupo de presión que carece de ideas y proyectos serios para la federación madrileña. Sólo son comisionistas y bisagra del poder", explica Quintana.

Quintana cree que puede actuar de enlace entre Rodríguez Zapatero y los barones de la FSM. El alcalde fuenlabreño ofrece un porcentaje distinto de distribución del poder: 44% para los renovadores, 34% para el sector de José Acosta, un 17% para los renovadores de la base y el 5% restante para Izquierda Socialista y los seguidores de José Borrell en la Comunidad, con Pedro Sabando a la cabeza.

Los desaparecidos renovadores de la base permanecen de momento al margen de estas operaciones. Según ha señalado el líder de este sector, José Luis Balbás, este grupo decidió desaparecer como tal a finales de julio en una reunión en la agrupación de Tetuán, a la que acudieron 40 líderes de esta corriente.

Balbás asegura que la nueva corriente, los seguidores de Zapatero, goza de un 32% de los militantes de la región, un porcentaje algo menor (en torno al 30%) similar al del guerrismo. "Los que han desaparecido del mapa son los que se hacían llamar renovadores. Nombres como Joaquín Leguina, Alfredo Pérez Rubalcaba o Joaquín Almunia han dejado de ser algo dentro de la FSM", asegura Balbás. Este grupo pretende presentar su propio candidato al congreso de noviembre. De momento no quieren dar nombres. Apuestan por una candidatura de consenso. "Por fin se ha superado el antiguo inmovilismo que defendían personas como Jaime Lissavetzky. ¿Quién ha jugado al cambio, el propio Lissavetzky o nosotros?", se pregunta Balbás.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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