Una ciudad contra su hinchada
La alcaldesa de Estrasburgo, Catherine Trautmann, antigua ministra de Cultura y Comunicación, se ha querellado contra los seguidores del Racing Club Estrasburgo, de la Primera División francesa, por "degradación voluntaria de un bien público con inscripciones racistas y antisemitas". La alcaldesa se refiere a pintadas que embadurnaron las puertas del estadio de la Meinau como las de "Le Roy, sucio judío", acompañadas de cruces gamadas. La Fiscalía no ha tardado en abrir diligencias judiciales y ayer ya nombró un juez instructor.Claude Le Roy es el entrenador del equipo alsaciano y desde que comenzó la Liga el Racing ha perdido los cuatro partidos disputados. Le Roy, ex secretario técnico del París Saint-Germain y ex seleccionador de varios países africanos, entre ellos Camerún, respondió a los periodistas: "¿Creen ustedes que vale la pena hablar de las pintadas? Lo único que prueban es que la tontería no tiene límites. Que me traten de judío no me afecta. No veo qué hay de malo en ser judío. Lo que me molesta es que empieza a afectar a mi familia".
El Racing fue salvado hace cuatro años de la ruina económica por el grupo McCormak. Desde entonces el presidente del equipo es Patrick Proisy, un ex tenista especializado en operaciones comerciales en torno al deporte profesional. Proisy nunca ha sido bien aceptado por los seguidores más radicales del equipo. Le reprochan ser parisino, defecto que también atribuyen a Le Roy.
Tras la derrota en casa ante el Mónaco -el actual campeón- algunos aficionados esperaron a la salida del estadio a los jugadores Mamadou Bagayoko y Habib Beye, los dos africanos. Les agredieron y les lanzaron insultos racistas. Estos dos jugadores de color ya centraron las iras de un pequeño núcleo de espectadores durante el partido.
Mary Robinson, comisaria de la Naciones Unidas para los Derechos del Hombre y ex presidenta de Irlanda, ha "felicitado a Trautmann y a las organizaciones de la sociedad civil" por su reacción. El CRIF (Consejo Representativo de la Instituciones judías en Francia) ha recordado, por su parte, que "el antisemitismo está presente en el fútbol desde hace décadas. Hay árbitros a los que les gritan sucio judío desde que salen del vestuario. Y es un insulto que se oye en partidos entre niños de 8 o 10 años".
Los problemas raciales en Alsacia tienen siempre un trasfondo político. En algunas localidades el Frente Nacional del ultraderechista Le Pen obtiene hasta el 40% de los votos. En esa zona el FN renuncia a menudo a su dircurso de estricto nacionalismo xenófobo francés para adoptar otro de corte europeísta que les permite reivindicaciones como la enseñanza escolar del alemán en su dialecto alsaciano y la memoria de los franceses que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, bajo uniforme alemán.
De alguna manera el FN parece querer capitalizar el disgusto de los seguidores futbolísticos ante la marcha deportiva del equipo y su nula identificación con el equipo dirigente para convertirlo en manifestación de odio racial. Estrasburgo fue, en 1997, la ciudad en la que se produjo la mayor manifestación en Francia contra el FN, manifestación organizada e impulsada por Catherine Trautmann, hija de pastor protestante y primera alcaldesa socialista en una ciudad tradicionalmente conservadora. Desde aquel día el FN intenta aprovechar todas las oportunidades para crearle nuevos conflictos a madame Trautmann.
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