Equitación, una oferta turística más

La hípica o equitación es un deporte que se practica cada vez más. Al paso, al trote o al galope, unas cuantas horas dando vueltas en un picadero y ya estaremos preparados para dominar al caballo. La hípica es un deporte que se puede practicar sin necesidad de tener una forma física excelente. La fórmula es sencilla: equilibrio, sensibilidad y paciencia.Las rutas ecuestres nace como una oferta turística en países con tradición hípica. Hasta hace apenas unos años los itinerarios a caballo no han calado en el gran público, ya que antaño eran una actividad reservada a unos cuantos privilegiados. Gran Bretaña, Francia o los Estados Unidos han sido los impulsores de esta modalidad.

Para iniciarse en las rutas ecuestres hay que realizar antes un cursillo. No hay más remedio que dar vueltas en un picadero hasta conseguir la técnica y destreza idóneas.

Una vez asimiladas las primeras lecciones, ya estamos preparados para apuntarnos a la primera ruta que se organice en nuestro club o escuela. Éstas tienen una duración desde uno hasta varios días por bosques, ríos, montañas.

En la escuela nos enseñarán desde a subirnos al caballo -siempre por la izquierda y con el costado pegado al caballo. Así éste nos ve y no se asusta. El pie se apoya en el estribo- hasta llegar a cabalgar sobre él.

Hay tres formas de montar: al paso, al trote o al galope. La primera es la más sencilla. El caballo comienza a andar en cuanto nota la presión de las piernas contra su tripa. Con respecto al trote, hay dos formas: a la inglesa y a la española. En esta segunda el trasero no se mueve del asiento, mientras que a la inglesa se sube y baja de los estribos marcando un tiempo y siguiendo el movimiento del caballo. Por último, al galope sólo lo harán los más avezados.