Gonzalo Badenes, crítico musical

A la 1.30 horas de la madrugada de ayer, Violetta susurraba su Addio del passato. Gonzalo Badenes ya no la escuchaba, ya no la podía oír como de pequeño hacía con las arias que su madre, una gran aficionada a la ópera, le cantaba y que lo convirtieron, con el tiempo, en un selecto e incansable coleccionista de mil y una grabaciones discográficas, radiofónicas y televisivas de cientos de títulos líricos y en un agudo y mordaz crítico musical. Ayer, dolidos, volvimos a escuchar arias de ópera y lo hicimos recordando al apasionado operófilo que fue Gonzalo, quien a la 1.30 horas de la madrugada de ayer moría en un hospital de Valencia, recién cumplidos los 52 años, a causa de una infección que le sobrevino tras una intervención quirúrgica de urgencia a causa de una perforación intestinal.Gonzalo Badenes nació en Valencia el 8 de junio de 1948. Desde la cuna escuchó ópera, mucha ópera y cuando, apenas cumplidos los cuatro años, la poliomelitis le ató de por vida a una silla de ruedas, la música se convirtió en su refugio y en su vida. Musicalmente, su formación fue autodidacta y su pasión por la ópera lo llevó a estudiar italiano, alemán y francés, tres lenguas esenciales en el repertorio lírico. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad a Distancia de Valencia y en la década de los setenta empezó a escribir de música.

Desde 1976 se podían leer sus críticas, entrevistas y reportajes, en calidad de corresponsal en Valencia, en la revista musical Ritmo, en la que a partir de 1987 firmaba una sección fija dedicada a analizar las voces de míticos cantantes de ópera. Tras un periodo como crítico musical del diario Levante, entró en 1988 en EL PAÍS, en el que cubría toda la información musical de Valencia, como crítico musical e informador. Colaboró también en el suplemento cultural Babelia desde su creación, el 19 de octubre de 1991, en el que semanalmente publicaba sus críticas sobre las novedades discográficas.

No podrá Gonzalo ver cómo su sueño de que Valencia tenga un teatro de ópera se convierte el próximo año en realidad. Allí estaremos por ti, para ver si por fin la cenicienta que ha sido la ópera en Valencia se convierte en princesa.-