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OFICIOS VERANIEGOSPATRÓN DE BARCO - Manuel Domínguez

Un paseo por la nostalgia

Manuel Domínguez Pino, de 26 años, soltero, es consciente de que en este verano realiza uno de esos trabajos tradicionales considerado como histórico por mucha gente de Huelva: pilota una de las canoas (embarcaciones de pasajeros tradicionalmente conocidas en Huelva con ese nombre) que cubre el trayecto entre Punta Umbría y Huelva a través de la ría del Odiel. Las canoas hacen esa corta travesía desde hace 60 años, sólo en los meses de julio y agosto, pero Manuel Domínguez no ha debutado hasta este verano. "Yo soy marinero, tengo mi propia embarcación, pequeña, con la que me dedico a llevar y traer cosas. He trabajado en otros barcos, pero nunca hasta ahora había llevado pasajeros. Me avisó el dueño de las canoas, que me conocía, porque le hacía falta un patrón, y aquí estoy", explica.

La travesía en estas canoas dura unos 40 minutos y el billete cuesta al pasajero 260 pesetas. Las embarcaciones se deslizan lentamente sobre el agua, en medio del fuerte tumulto que provocan sus propios motores, entre los barcos anclados en el puerto de Huelva, las marismas, las humeantes fábricas del Polo Químico, las salinas y los pesqueros de Punta Umbría.

Manuel Domínguez considera que el viaje está lleno de contrastes. "De todo el trayecto, yo destaco el paso por la ría del Odiel y por los caños llamados Burro Grande y Burro Chico, que son los que comunican la ría de Huelva con la de Punta Umbría", señala.

La jornada laboral de Manuel es amplia. Cada día inicia la jornada con un primer viaje a las 8.30 y no comienza el último hasta las 21.30 horas. "Me recojo en Punta Umbría, donde vivo. Es un trabajo muy sacrificado porque tienes que echar muchísimas horas. Te queda poco tiempo para hacer otras cosas", dice.

También es consciente de que éste puede ser el primer y último verano en el que trabaje como patrón en estas canoas, ya reducidas a un uso turístico. "Esto se puede ir al traste por falta de apoyos y los vecinos deben concienciarse de que este tipo de transporte es parte de la historia de Huelva y Punta Umbría, porque antes no estaba construido el puente que comunica las dos localidades y las canoas eran el medio más utilizado por la gente", indica.

Cada canoa tiene una capacidad para 120 pasajeros, pero Manuel Domínguez asegura que en todo el día sólo recurren a este servicio unas 250 personas, salvo en los fines de semana, que hay más gente. "Utilizan la canoa muchos turistas que van a comer a la playa y suben para navegar un poco y conocer la zona. Viene gente de muchos sitios. Pero también hay infinidad de nostálgicos, personas que conocían estos barcos antiguamente y llegan para recordar aquellos tiempos de cuando ellos se montaban y daban su paseíllo", concluye.

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