La Historia sobre un tablero
El Ajedrez Viviente de Xàbia, que ayer cumplió su quinta edición, se basa en la interpretación dramática de una partida, que se descodifica en los tiempos clásicos del teatro. El escenario es un gran tablero que, desde la primera edición, se sitúa en la escollera de Poniente del puerto. Dos invitados de honor recrean una partida mítica en la historia del ajedrez y ordenan los movimientos de las 32 figuras a las que dan vida escolares de la localidad.La partida que ayer revivieron el periodista Matías Prats y el campeón infantil local de ajedrez Nicolás Monfort fue la que, en 1966, disputaron en el Torneo de Santa Mónica (EEUU) Bobby Fischer y Miguel Najdorf. Unas 3.000 personas asistieron a una representación que, por primera vez, se apartó de la ficción para bucear en un hecho decisivo de la historia del pueblo valenciano.
El argumento de esta nueva edición recreó las luchas que, a mediados del siglo XIII, mantuvieron Jaume I y el visir y señor de Alcalá Al-Azraq. El último episodio de la Reconquista se presenta aquí como el enfrentamiento entre dos personalidades únicas: Al-Azraq, "el de los ojos azules", al que se describe como "altivo, inteligente, astuto y con una mirada helada y penetrante que hace temblar a todos sus enemigos", y Jaume I, a quien anima el deseo de "recuperar las tierras valencianas para el cristianismo y crear un gran pueblo... el pueblo valenciano".
La reivindicación de estos dos protagonistas de la Reconquista y la difusión de un hecho "apasionante" y bastante desconocido fueron dos de las razones que, según el guionista y director del Ajedrez Viviente, Rafael Andarias, le motivaron la elección de una trama basada en la historia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.