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'BLUE NOTE, UNA HISTORIA DEL JAZZ MODERNO' / DOCUMANÍA

El olfato del león

La primera vez que Alfred Lion escuchó una banda de jazz quedó marcado para siempre por ese hipnótico sonido, ese mundo extraño, ese desconcertante universo de hombres negros embebidos en un sentimiento profundo. Fue en Berlín, en 1926, y este adolescente judío comprendió que ya nunca podría sustraerse a su embrujo. "Fue como una explosión en mi interior", dijo, años más tarde, respecto a aquel momento.Cuando la guerra lo obligó a dejar Alemania, fue a Nueva York en busca de esa música y descubrió que esta sed no sólo lo arrastraba a escuchar a los músicos sino que, inevitablemente, tenía que grabarlos. Así creó, el 6 de enero de 1939, el sello Blue Note, una pequeña casa discográfica que acogió a buena parte de los grandes nombres del jazz, como Bud Powell, Miles Davis, Thelonius Monk, Charlie Parker, Art Blakey, Horace Silver, Wayne Shorter y otros.

El documental Blue Note, una historia del jazz moderno, emitido en dos capítulos, hoy y el próximo sábado en Documanía (Canal Satélite Digital) a las 22.00, relata la historia de esta aventura, contada por algunos de los músicos que trabajaron con Lion, sus amigos, mujeres y sus más estrechos colaboradores. Lo recuerdan desde Taj Mahal, Carlos Santana, Chick Corea y Casandra Wilson, artistas del sello, hasta el cineasta Bertrand Tavernier (director de Round midnight) y el jugador de baloncesto Kareem Abdul Jabbar.

Alfred Lion se guiaba exclusivamente por su olfato, y, según los testimonios, fue ese gusto personal y ese instinto lo que lo llevó a buscar a estos músicos en los más cerrados círculos de los barrios negros de Nueva York. Guiado por su entusiasmo y su respeto por los artistas, los dejó grabar con total libertad, todo el tiempo que requirieran en sus improvisaciones.

El documental despliega una impresionante colección de fotografías de músicos de jazz, muchas de ellas hechas por el socio de Lion, Francis Wolff, y pone énfasis en otro de los méritos del sello, el diseño de las portadas, realizado por Reid Miles.

Quizá lo que se echa en falta es mayor cantidad de documentos fílmicos y sonoros de la época, frente a los temas que interpretan los artistas más recientes del sello. Un aspecto de este trabajo que, sin quitar méritos a la labor de Lion -que vendió Blue Note en 1966 y murió en 1987-, degrada progresivamente el documento a una especie de publirreportaje demasiado obvio.

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