Celia Villalobos, primera fiesta desde la barrera

La noche del jueves, la ex alcaldesa de Málaga y ministra de Sanidad, Celia Villalobos (PP), recibió en la caseta municipal para mayores, El Rengue, un homenaje de la Federación Malagueña de Minusválidos Físicos y de la asociación de jubilados. Era su primer acto oficial en toda la semana de festejos de su primera feria de civil. El viernes anterior había asistido como invitada de honor al pregón del actor Antonio Banderas, donde se mantuvo en un discreto segundo plano. Pero, aparte de esas dos apariciones y algún jaraneo privado con amigos, Villalobos ha preferido este año dosificar sus apariciones."La verdad es que la Feria se vive mucho mejor sin tener que estar pendiente de todo", comentó durante su homenaje, entre abrazo y abrazo con los mayores que se le acercaban. Incluso se animó a hablar de su futura jubilación. El ambiente lo pedía. "Me veo como una jubilada muy activa; comiendo sano, andando mucho y colaborando con alguna ONG", vaticinó.

Sus admiradoras mayores, un grupo de señoras que habían escogido la primera fila, cotilleaban al lado: "Hay que ver las preguntas que le hacen. ¡Con lo joven que está! Si hasta se ha quedado mucho más delgada y no le ha salido ni una arruga. Y está morenita y pintadita muy fina, muy fina". Es verdad. En sus dos apariciones oficiales, Villalobos ha apostado por trajes de noche de pantalón en colores claros; poco escote y un maquillaje discreto, como siempre, pero algo más estudiado: sombras de ojos pastel y labios en un color más intenso que habitualmente.

En el pregón se mantuvo en la retaguardia. Mientras el balcón principal del ayuntamiento aguantaba el peso de medio centenar de periodistas, pregonero y familia, y protocolo municipal, Villalobos saludaba expresiva a los reporteros que permanecían en el interior del Salón de los Espejos. Sólo se fotografió con Banderas -al que había intentado fichar para el pregón algún año durante su etapa de alcaldesa-, después del acto.

Algunos periodistas incluso le preguntaban por qué no había aparecido por Málaga antes. "Llevo aquí desde el 5 de agosto, pero estoy aprovechando para descansar", contestaba ella. Pero el jueves sí tuvo su pequeño baño de multitudes, y no vaciló en aprovecharlo. Calmó las protestas de sus admiradores recordándoles que los había dejado "en muy buenas manos"; prometió "seguir luchando por Málaga desde Madrid" y, concluido el homenaje, se retiró para seguir viviendo la Feria desde la barrera.