Jospin advierte de que sin paz no habrá autonomía para Córcega

,"Si el estado de ánimo en Córcega no cambia, si los diputados no asumen sus responsabilidades, si la violencia persiste, entonces toda modificación constitucional será aventurada y, por decirlo de manera clara, injustificada", asegura el primer ministro francés, Lionel Jospin, en un artículo que publica hoy en el semanario Le Nouvel Observateur. En ella, Jospin explica su política respecto a Córcega y advierte que el proceso abierto por él al convocar a todos los diputados regionales insulares a discutir con el Ejecutivo sobre los cambios que necesita Córcega es reversible.Además de introducir la enseñanza obligatoria del corso en la primaria, el proyecto jospiniano contempla para Córcega el derecho "a efectuar adaptaciones legislativas" de los textos aprobados por la Asamblea Nacional. Ese "poder legislativo cedido y compartido" no podrá aplicarse si antes no se aprueba una modificación de la Constitución vigente. "Hoy no existe en el Parlamento consenso como para planteársela" admite Jospin.

Elegir el Nouvel Observateur para dar algunas precisiones sobre su política autonómica no es una casualidad en el caso de Jospin, personaje poco apreciado por la revista -las simpatías de la misma son para Michel Rocard o Laurent Fabius- y que hace una semana fue violentamente criticado por el semanario, que llegó a definir su gestión del dossier corso como "política de la chapuza". El primer ministro insiste en que "unidad no significa necesariamente uniformidad", que la mayoría de islas "importantes se benefician en el seno de las naciones europeas de estatutos de autonomía mucho más amplios que el contemplado para Córcega".