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El buen dato de inflación en EE UU aleja el temor a otra subida de tipos

Los resultados de la inflación norteamericana para el mes de julio han confirmado que la economía en Estados Unidos crece sin desbordarse. El índice de precios al consumo (IPC) tan sólo subió un 0,2% con respecto al mes anterior, una subida muy inferior a la del 0,6% registrada en junio. La cifra de este mes parece ahuyentar los temores de que la Reserva Federal (banco central de EE UU) suba de nuevo los tipos de interés en su reunión del próximo 22 de agosto. Los resultados de julio sitúan ahora la inflación interanual norteamericana en el 3,5%.

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Sin recalentamiento

Los datos de la inflación suponen una cierta victoria para la política preventiva del jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan, que, siempre en su papel de Casandra financiera, ha preferido aplicar la política del más vale prevenir que curar, subiendo paulatina pero regularmente los tipos de interés desde verano del año pasado. Desde junio de 1999, la Reserva Federal ha subido los tipos en seis ocasiones hasta el 6,5% en el que se encuentran ahora. Los buenos resultados del IPC hacen prever que el banco central se tome un respiro en su próxima reunión del 22 de agosto y mantenga los tipos. Al menos, esas son ahora las previsiones con las que trabaja Wall Street.

Las cifras anunciadas por el Departamento de Trabajo estadounidense fueron acogidas sin sorpresas. Las estimaciones habían anticipado un mejor resultado que en junio, cuando el aumento fue del 0,6% con respecto a mayo. Tal resultado se debió esencialmente a la subida de los precios del petróleo, que desde principios de año han aumentado un 23%. Comparado con el mes de julio de 1999, los precios en Estados Unidos subieron un 3,5% en julio. El incremento interanual fue mayor en junio (un 3,7%).

La inflación demuestra que la economía no se está recalentando. El IPC subyacente (que calcula el aumento de los precios sin incluir la alimentación y los carburantes) sólo subió un 0,2% por cuarto mes consecutivo y se mantuvo estable en el 2,4% respecto a julio de 1999. Según los analistas, éste es el tipo de inflación que le importa a la Reserva Federal para decidir el precio del dinero. Y hasta que no alcance el 3% no habrá motivos de preocupación. Estados Unidos lleva ya casi nueve años de bonanza económica ininterrumpida y ninguna señal parece indicar que la máquina esté cansada.La Bolsa de Nueva York reaccionó con optimismo a los resultados del IPC. "A los mercados les gusta esperar lo previsible y es exactamente lo que ha pasado", dijo ayer en el canal financiero de la CNN Wayne Ares, economista de la consultora FleetBoston. La estabilidad de los precios afectó a los valores tradicionales, que se vieron afectados a la baja por la noticia, mientras que los tecnológicos se mantenían. Ayer por la tarde, el Nasdaq (mercado de valores tecnológicos) subía un 0,39% y el índice Dow Jones perdía un 0,51%.

Pero la política de la Reserva Federal debe tener en cuenta las proyecciones a medio plazo. "El problema ahora para la Fed (la Reserva Federal) no es tanto decidir un reajuste para la semana que viene [las conclusiones de la reunión están cantadas de antemano], sino si hace falta responder a esta subida del índice subyacente en los próximos meses", dijo ayer a Reuters Televisión Anthony Karydakis, analista del Bank One de Chicago.

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