Condenados a la ignorancia

Somos un colectivo de españoles en Berna-Suiza que deseamos ser atendidos como cualquier español que vive en el territorio español. Desde la Consejería de Educación española en Suiza, y según la señora consejera, no tenemos derecho a ser atendidos con unas clases de formación de adultos, y menos aún clases para preparar los exámenes de graduado escolar, que tendrán lugar en el año 2001, en convocatorias de mayo y septiembre; luego sacamos en consecuencia que los españoles que hemos emigrado hace treinta años de España a un país europeo estamos destinados a no superar nuestra ignorancia y, por tanto, no formarnos académicamente. Las embajadas españolas en otros países abren escuelas para que los extranjeros puedan aprender el castellano. ¿Cómo no se ponen los medios adecuados para que el español que reside fuera de España, por cuestiones laborales, pueda tener la posibilidad de beneficiarse de unas clases destinadas a la formación de adultos? El Gobierno del Partido Popular dijo en su día que los emigrantes eran "embajadores" de España, por tanto, tengamos "embajadores" preparados para andar por el mundo con una buena formación y, al menos cuando escribamos, no hagamos faltas de ortografía para que los extranjeros no nos tengan que enseñar las reglas de la ortografía de nuestro propio idioma.¿Dónde está la España que va bien?

Obtener una cantidad del presupuesto destinado a la educación para los españoles en Suiza no creemos que sea negativo para la balanza de pagos española. Los españoles en el exterior, que no "emigrantes", contribuyen con el crecimiento de la riqueza del Estado; por ello, nos merecemos un trato, como mínimo, igual a los españoles del interior.

En todas las comunidades españolas están destinando partidas presupuestarias para la formación de adultos. A los españoles fuera del Estado se les debe dar la misma oportunidad. Parece lo más justo, ¿no?-