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'No es la economía, estúpido'

Con el lema Es la economía, estúpido, Bill Clinton y su equipo derrotaron hace ocho años a un George Bush que había ganado la guerra del Golfo, pero presidía un país en recesión y con pérdida de empleos. Ahora, el hijo de aquel Bush machaca a Gore con el lema No es la economía, estúpido. Y de momento, los sondeos parecen darle la razón.Los norteamericanos están felices con el buen estado de las finanzas públicas y privadas y aplauden a Clinton y Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, pero no consideran que ésa sea razón para darle un cheque en blanco a Gore. O al menos no lo consideran todavía. Gore y sus asesores están perplejos ante el hecho de que la economía no esté levantado vientos poderosos que empujen su barco electoral hacia una aplastante victoria frente a Bush. Los datos que manejan son fantásticos: el índice de paro (4%) es el más bajo en décadas, la inflación es casi inexistente, el presupuesto público goza de superávit, millones de norteamericanos, y no solo los ricos, ganan dinero con la euforia de Wall Street, la fortaleza del dólar permite viajes muy baratos al extranjero...

Una encuesta de Business Week revela que el 51% cree que Bush es el mejor candidato para gestionar la bonanza económica frente al 33% que prefiere a Gore. En otra de The New York Times-CBS gana Gore, pero por un pequeño margen.

Por el momento, Bush ha conseguido desplazar el debate desde a quién atribuir el mérito de la bonanza económica a qué hacer con ella. Su propuesta es destinar buena parte del superávit presupuestario a un recorte de impuestos que devuelva dinero a los particulares y sirva de nueva inyección económica. Por lo demás, Bush cree que hay que seguir dejando que la Reserva Federal y las nuevas tecnologías constituyan el cerebro y el motor del crecimiento estadounidense. "Quizá el problema de Gore es que el crecimiento económico dura tanto que la gente ha interiorizado ya que esta situación es la normal", dice Robert Reich, que fue secretario de Trabajo de Clinton. Robert Samuelson, comentarista de Newsweek, añade que la generalización de las ganancias en Wall Street ha convertido a muchos más norteamericanos en clases medias altas y próximos a las tesis republicanas.

La gran esperanza de Gore es que esta situación cambie en el otoño.

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