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Entrevista:ARIEL ROT - ROCKERO ARGENTINO

"Si no hacías lo más moderno, en los ochenta no existías"

Pop, rock, milonga, reggae y rock and roll. Todos estos palos aborda Ariel Rot (Buenos Aires, 1960) en Cenizas en el aire (Dro), la entrega más reciente de un cantante bonaerense que, desde que recaló en España en plena Transición, ha grabado 13 elepés: cinco con Tequila (uno como banda de acompañamiento de Moris), cuatro con Los Rodríguez y otros tantos en solitario. Dicho historial avala el repertorio que el hermano de la actriz Cecilia Roth tocará mañana (23.30) en la plaza donostiarra de Sagües. Pregunta. En Cenizas en el aire falta rock and roll. ¿Por qué renuncia a sus raíces?

Respuesta. No programo mucho lo que voy a componer y grabar. Si no salió, no salió. Tal vez es un disco más de canciones porque compongo solo; cuando componíamos todos esos rocanroles generalmente estábamos en el local de ensayo tocando juntos. Pero creo que es un disco de rock 100% igualmente, aunque realmente me gusta componer canciones; si no es un rock y es una buena canción, está todo bien.

P. Claro, existen discos de rock and roll que no contienen ninguno evidente.

R. Absolutamente. Creo que el rock and roll es una forma de grabar, una actitud en el estudio y en la interpretación. Ésa es mi escuela y creo que de eso no me voy a apartar nunca, pero con los años el universo musical y las fuentes cada vez son más, y no quiero ser prejuicioso en ese sentido. Todo lo que me gusta procuro llevarlo adelante.

P. ¿Se considera en estado de gracia?

R. Depende del día. Los tengo buenos y malos. Lo mismo pasa en directo: hay días que uno siente que estuvo con puntería y otros que no le está dando ni a la diana. Lo que sí siento es que aprovecho muy bien los buenos momentos porque ya tengo una experiencia y, en ese sentido, sé cómo sacarme el máximo partido.

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P. ¿Por qué no graba con sus músicos de directo?

R. Bueno, ten en cuenta que grabé el anterior disco con los Attractions, luego les llamé a ellos y hubo que hacer todo un trabajo para llevarles a mi terreno. Eso es lo que pasa en este país con un solista; por lo menos para mí, encontrar gente que tenga mi escuela y sintonice inmediatamente no es fácil. Ese trabajo cada día va mejor, pero no estaba tan sólido como para plantear hacer juntos el disco. Ellos tienen otras inquietudes, oyen otra música,... no hay convivencia grupal.

P. El disco se abre con un tema ambiguo acerca de la felicidad. ¿Es feliz Ariel Rot?

R. Puff... vaya preguntita, ¿no? La felicidad para mí en este momento es, en todo caso, la ausencia de ansiedad. Ésos son mis momentos felices, la verdad. Después hay momentos eufóricos y bajos.

P. ¿Qué diferencia ve entre sus dos etapas en solitario?

R. Muchas. La separación de Tequila fue muchísimo más traumática que la de Los Rodríguez. Nunca había hecho otra cosa que tocar y vivir con Tequila y cuando me encontré solo, tanto en lo musical como en lo personal, se movieron todas las piezas. Por primera vez me enfrentaba a eso. Ahora estaba mucho más sólido, armado y acostumbrado a ser un perro solitario. El cambio no fue tan drástico.

P. ¿Por qué emigran tantos músicos argentinos a España?

R. Ve a Buenos Aires con un sueldo mínimo y enseguida encontrarás la respuesta.

P. Dice no echar de menos sus tiempos de ídolo juvenil. ¿No sueñan con eso todos los músicos al formar un grupo?

R. En ese momento puede ser, pero ahora yo sueño más con la canción perfecta que con un estilo de vida así.

P. ¿Qué acabó con la andadura de Tequila?

R. Muchas cosas: un desgaste interno, un desgaste personal, una indiferencia por parte de los managers, la compañía y también del público. Quizá los ochenta fueron un poco despiadados en ese sentido, era una época muy prejuiciosa, muy poco abierta, muy que si no estabas haciendo lo más moderno no existías. Fue una época muy vanidosa y muy narcisista.

P. Con Los Rodríguez fue diferente, ¿no?

R. Totalmente. Fue por necesidad de hacer cosas personales. Sin criticar, creo que Andrés [Calamaro] siempre tuvo eso en la cabeza, le costaba mucho la vivencia grupal, necesitaba más algo personal y lo planteó rápidamente. Tal vez demasiado pronto, pero nos fuimos por la puerta grande, mientras que Tequila nos fuimos por la de atrás, escondidos, sin que nos viese nadie.

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