Málaga se vuelca en su Feria de Agosto, que espera este año seis millones de visitas

Hacia las cuatro de la tarde de ayer, la Policía Local de Málaga multaba algunos coches mal aparcados en el Paseo Marítimo. Ocho horas más tarde, los agentes los habrían ignorado. Porque el inicio de la Feria, con el pregón y los fuegos artificiales, desborda sistemáticamente cada año todos los caminos que llevan al Ayuntamiento de la ciudad.La gente aparca el coche donde puede y se mete en la masa. Y este año, la expectación era inevitable. El pregón lo pronunciaba nada menos que Antonio Banderas; y hasta Melanie Griffith, su admirada esposa, iba a envolver en volantes flamencos su imagen hollywoodiense para la ocasión.

Pero eso ocurría a medianoche de ayer, y la feria se prolongará aún durante nueve días. Este año, Málaga se ha preparado para recibir seis millones de visitas; una locura, teniendo en cuenta que la población de la capital no llega a los 600.000 habitantes.

Todo está dispuesto para el ocio y el negocio de una fiesta que cuenta con un presupuesto de 1.000 millones de pesetas y que espera generar unos beneficios netos de 20.000 millones. Este año, además, el recinto ferial que se estrenó en 1999 se ha provisto de toldos, fuentes y ajardinamiento para poder combatir el calor durante el día, y sus partidarios confían en que se afiance como alternativa a la Feria del Centro.

Pero, como hay gustos para todo, todo se ha previsto. En el Real funcionarán 210 casetas, habitadas por las 60 peñas recreativas, entidades públicas, empresas privadas y asociaciones. Y en el Centro hay 300 establecimientos esperando para dar de beber, de comer y de bailar a su público, cada vez más joven. Eso sí, este año se ha puesto mucho empeño en que las músicas étnicas y el bakalao no eclipsen los sones de la tierra, y la Asociación Centro Histórico ha convencido al concejal de Fiestas, Antonio Garrido (PP), para que vete las actuaciones de grupos foráneos en la calle Larios, arteria aorta de la feria urbana.

Esta medida no ha sentado bien a todos. Había, por ejemplo, un grupo de músicos peruanos que ya tenían su público fiel, y la prohibición de cantar en la calle Larios ha generado cierta polémica. Pero la tradición es la tradición, y las casetas de la Plaza de la Constitución, las más atractivas para la juventud, también se han acoplado a las nuevas reglas y han aceptado no programar música pop hasta después de las cuatro de la tarde y desterrar el bakalao.

Otra cuestión que el Ayuntamiento pretende cuidar más este año es la de la seguridad, especialmente en la zona de casetas juveniles del Real, donde el año pasado murió apuñalado un joven de 19 años. En esta edición de la feria, habrá permanentemente 300 agentes -150 de Policía Local y otro tanto del Cuerpo Nacional de Policía- patrullando por el Centro y el Real.

También se han endurecido los requisitos para poder montar casetas en la Feria del Centro en locales que habitualmente no se dedican a la hostelería. En total, son once las licencias concedidas. Por lo demás, la programación de conciertos ofrece más música en español que en ediciones anteriores; el nuevo empresario de la Plaza de Toros ha tratado de lucirse con los carteles y los eventos deportivos tradicionales como la Regata de Jábegas o la Travesía a nado del Puerto pondrán el toque nostálgico. Diversión hay para todos. Que aproveche.