"La misión del autor no es salvar el mundo"
Asesor del director general del Instituto Andaluz de la Juventud, Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba, 1968) revisa actualmente la que será su sexta novela y que en febrero estará en el mercado. Dentro de unos días inicia sus vacaciones, que dedicará a culminar la adaptación a guión cinematográfico de su anterior obra La novela de un novelista malaleche.Pregunta. ¿Qué escriben hoy los jóvenes andaluces?
Respuesta. No creo que haya un concepto genérico sobre los jóvenes andaluces. Sí creo que hay una referencia hacia el mundo de lo urbano y que se ha perdido el concepto de memoria. Hay una preferencia por lo urbano y lo contemporáneo.
P. ¿Qué tiene el ámbito urbano para provocar esta atracción?
R. El escritor, al final y al principio, de un modo y de otro, está contando su propia vida. El escritor de hoy en día no va a kioscos de música sino a supermercados. Esto influye en la literatura porque refleja el mundo que te ha tocado vivir.
P. ¿Qué fuentes tiene la literatura actual?
R. Hay un despegue de lo clásico. Me considero un escritor clásico y creo que sus formas o tendencias estilísticas diferenciadas entroncan después perfectamente. Son más cercanos de los que pensamos. Si el escritor de principios de siglo situaba a sus personajes en burdeles, fiestas varias, etcétera, el actual busca otros escenarios que aunque puedan parecer diferentes son los que han sucedido a los anteriores.
P. ¿El escritor joven escribe para un público joven?
R. No. Creo que es un error apuntar las literaturas a un sector de lectores muy concretos. El objetivo es hacer literatura con mayúsculas salvo que te plantees un género concreto. Sí es cierto que conectas más con un escritor de una edad cercana a la tuya, pero es algo circunstancial.
P. ¿El escritor debe estar comprometido?
R. Sí. Con compromisos de todo tipo. El compromiso social ha sido un coñazo que no aguanta nadie. El compromiso más lícito y verdadero de un escritor es con la literatura, con su propia literatura. Esta afirmación, por la que alguna vez me han tildado de pedante, siempre la defenderé. El escritor, y concretamente el español, ha recibido una herencia tan rica que no tiene más que seguir el camino sin olvidar nunca lo que tenemos detrás.
P. ¿Hay que estar al servicio de la sociedad?
R. No es misión del escritor salvar el mundo. Esto es de los políticos y a veces, muchas veces, de los banqueros. El escritor lo que tiene que hacer es escribir y escribir bien. Si alguna vez sirve como fotografía del mundo que le ha tocado vivir, esto es cojonudo pero no debe convertirse en un líder de masas, en un modelo a seguir. Es una presunción exagerada.
P. ¿Qué le inspira una playa abarrotada de gente?
R. Desde padres pegándole capones a los niños por llenar de arena la toalla, a paellas pasadas, pasando por las primeras tetas nórdicas que un adolescente puede ver, panzas enterradas en la arena y calor, mucho calor.
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