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Gente

LA ORQUESTA SE REBELA

Ni frío ni calorAnte el asombro del público, los profesores de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León recogieron sus instrumentos cuando debía comenzar la segunda parte de su concierto en Segovia, argumentando que en la sala había una temperatura muy elevada y era imposible continuar. Aunque sudaban la gota gorda, vestidos de riguroso frac, tanto el director de la orquesta, Max Bragado, como los solistas estaban dispuestos a seguir, pero el resto de la sinfónica no aguantaba el calor. Todo porque la Fundación Juan de Borbón, que promueve el Verano Musical de Segovia, cambió el escenario, de los jardines del alcázar al salón de actos de un instituto, ya que la noche se presentaba fría y el contrato de la orquesta exige que no se puede tocar a menos de 18 grados centígrados. Pero pasaron del frío al calor, lo que no aceptaron los representantes sindicales de los músicos, según el coordinador de la organización, Rodrigo Peñalosa, y se marcharon con la música a otra parte... Por el contrario, al día siguiente, los profesores se negaron a tocar ante 800 espectadores en los jardines del Alcázar argumentando que la temperatura era muy baja. -

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