Las baladas nunca mueren

Quien crea que las baladas de amor han pasado de moda, se equivoca. Si no que se lo pregunten a Álex Ortiz, sevillano de 21 años, que conectó con la "fibra sensible" del público con Todo el amor del mundo, una canción de su primer disco que le sirvió de llave maestra.De eso hace dos años y el joven cantante y compositor ha decidido que ya es hora de volver a la carga. Álex Ortiz está grabando su segundo disco con Pasarela, la compañía sevillana que confió en él cuando llegó con sus historias de amor y su guitarra.

En esta ocasión, sus canciones nacen arropadas por el sabor latino que impregna actualmente a todo el pop internacional. Cuatro músicos cubanos -José Mestre, Dayan Abad, Guillermo Trujillo y Enrique Ferrer- están poniendo el ritmo latino a algunas de las canciones del sevillano. En cuerpo y alma, el nuevo disco que Álex Ortiz está terminando de grabar esta semana en Sevilla, es el resultado de esta mezcla en la que no se olvida de las baladas con las que ha conquistado tantos seguidores -especialmente seguidoras- en su primer álbum, Todo el amor del mundo. Su segundo trabajo, que comenzó a fraguarse el pasado febrero, saldrá el mes próximo y, a la vista del gancho que este moreno sevillano tiene con el público más joven, nace con vocación hispanoamericana.

"Mi carrera es pura casualidad. Alguien me oyó tocar cuando estaba en la Feria de Abril con un grupo de amigos. Me propuso grabar una maqueta y presentarla en la compañía Pasarela, ellos decidieron apostar por mí y, hasta ahora, todo ha ido bastante bien", comenta Álex Ortiz, a quien el éxito no se le ha subido a la cabeza y sigue con sus estudios de Empresariales. Hablar de los sentimientos sin tapujos, como se hacía antaño en los boleros, le ha servido a Álex para llenar auditorios en toda España y con este segundo trabajo quiere llegar más lejos, para empezar hasta México.

"Estoy convencido de una cosa y es que si el amor no tiene edad, tampoco debe tenerlo la música. Por eso, mis canciones no van dirigidas a un público determinado, son para quien las aprecie", comenta el cantante, quien confiesa que cree en las musas a pie juntillas.

"Nunca me separo de mi grabadora por si me llega la inspiración. Las musas me visitan en momentos tan inoportunos como en plena clase de matemáticas. Yo no me corto, grabé la letra en mitad de la clase y, después, compuse la música", dice este chico que escribe cosas como: "En cuerpo y alma me entregaré/ del manantial de tu cuerpo yo beberé".

Alta Frecuencia, los estudios de grabación de Pasarela, se han convertido estos días en una embajada cubana. Además de los cuatro músicos que dan una inyección de ritmo a las baladas de Álex Ortiz, el nuevo álbum tiene también un productor cubano, Víctor Gómez Hernández, quien trabaja junto al sevillano Antonio Velasco.

José Mestre (La Habana, 1966) aterrizó hace dos años en España. Antes trabajaba en la isla caribeña con Carlos Varela, una de las voces más innovadoras de la Nueva Trova, con quien tocaba los teclados. Pero, además, a Mestre se lo rifan desde que llegó a Madrid por su faceta de arreglista. En el disco de Ortiz firma los arreglos musicales junto a los andaluces José Carlos Seco y José de la Vega.

Otro de los cubanos que no para de grabar con cantantes españoles, como Rosario Flores o Abigail, es el guitarrista Dayan Abad (Guines, La Habana, 1976). Aunque cursó guitarra clásica y piano en la Escuela Nacional de Música de Cuba, lo que realmente le gusta es la guitarra eléctrica. Llegó a España hace tres años, a grabar con la banda cubana Athanai, y desde entonces ha coincidido en algunas producciones con compatriotas como Mestre o el trompetista Guillermo Trujillo (Santiago de Cuba, 1962). Trujillo también llegó en 1997, pero lo suyo ha ido por otros caminos y alterna la pedagogía -enseñando los misterios de la trompeta en las clases que ofrece el Ayuntamiento de Huelva-, con el trabajo en los estudios de grabación.

Pero En cuerpo y alma, título también de una de las 15 nuevas canciones de Álex Ortiz, parece casi un disco de la Unicef. Además de los cubanos, han participado en la grabación diez músicos de varias nacionalidades que integran la Orquesta de Cámara Ciudad de Sevilla.