Dos noches con figuras del jazz
Sanborn y Compay
Cada julio, la tropa española del jazz hace las maletas y pone rumbo hacia Getxo, Vitoria, San Sebastián. Los festivales vascos, que han aprendido a complementarse en vez de competir a cara de perro, constituyen una irresistible oferta, donde se equilibra el gusto de los exquisitos y las minorías ansiosas de novedades con guiños al público masivo. La apertura a músicas más o menos vecinas al gran jazz es eterno motivo de polémica, de protesta resignada por parte de los aficionados puros. Así lo recoge una frase inmortal del patriarca de la tribu, el radiofonista Juan Claudio Cifuente: "Si yo voy a un restaurante chino, no quiero que haya pizza en la carta" (puede que fuera al revés, pero ya entienden el argumento).Quejas gastronómicas que ni soñamos en plantearnos los que no podemos viajar en julio al norte: sólo nos queda el consuelo de comer los platos enlatados que nos sirve La 2. Un menú que este año nos llega con cierta desgana, como si TVE quisiera simplemente zafarse del compromiso.
Antes, los conciertos llegaban relativamente frescos, retransmitidos unos días después de celebrarse en Vitoria o San Sebastián; ahora, se amontonan en fin de semana. Tal vez se trate de que nos empachemos y dejemos de protestar. ¿Protestar contra la política musical de TVE? Ni se nos ocurre mientras nos obsequien con espectáculos tan rutilantes y generosos como la gala de la Comunidad Autónoma de Murcia o similares.
Así que modifiquen sus planes nocturnos o programen sus vídeos: hoy y mañana hay en TVE dos citas ineludibles con el pasado Festival de Jazz de Vitoria. El primer banquete de La 2, a partir de las 0.40 -no se quejen, que al día siguiente es más tarde-, se abre con una de esas pizzas intrusas que tanto irritan al Cifu y a los suyos: el inoxidable Compay Segundo y sus muchachos en formación ampliada, con clarinetes. Más un potente triunvirato: el baterista Roy Haynes como líder, con el pianista Danilo Pérez y el bajista John Patitucci. Y otra reunión caliente: el saxofonista David Sanborn y el teclista Joe Sample; no pierdan de vista a ese músico africano que toca el bajo, Richard Bona.Para la noche del domingo, a la 1.00, La 2 promete un festín: el trío del torrencial McCoy Tyner, un pianista que en Vitoria demostró hallarse en estado de gracia, y el apetitoso emparejamiento de dos modernos ya clásicos: el saxofonista Michael Brecker con el guitarrista Pat Metheny. De postre, un resumen de los prodigios que desfilaron por el Pabellón de Mendizorroza. Aprovechen, que luego se pasa hambre: creen en Prado del Rey que el jazz es fruta de verano, como los melones.
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