Fichajes multimillonarios en la NBA

Los primeros días de agosto son de trasiego de jugadores en la NBA, que a partir del día 1 pueden cambiar de equipo. Los Magic de Orlando contrataron ayer a dos de las tres grandes estrellas que este año quedaban libres: Grant Hill y Tracy McGrady, cada uno de los cuales cobrará 92,8 millones de dólares, unos 11.500 millones de pesetas, por siete temporadas. El otro fenómeno con opción de cambio, Tim Duncan, ha decidido seguir con los Spurs de San Antonio. Ambos equipos aspiran a los laureles que esta temporada se han apropiado los Lakers. Los Bulls de Chicago, que tantearon a Hill, McGrady y Duncan, se han quedado sin nada, condenados una campaña más a la nostalgia y a arrastrarse por la liga.Orlando Magic fue el equipo sorpresa de la pasada temporada. Construido en precario con retales se convirtió en un matagigantes gracias a la dirección desde el banquillo de Doc Rivers, cuya consigna de "corazón y empuje" dejó al conjunto a un partido de entrar en los play offs y a él le dio el título de mejor entrenador del año. La fuerza y las ganas son necesarias, pero no suficientes. El equipo necesitaba talento, y el genio ha llegado del norte.

Hill deja los fríos de Detroit, y McGrady los de Toronto, por el sol de Orlando y la fantasía del título. Ninguno de los dos consiguió que sus antiguos equipos pasara de la primera ronda de los play offs. McGrady, en perfecto tándem con su semiprimo Vince Carter, logró el año pasado que los Raptors llegaran por primera vez a la fase final. Su salida de Toronto augura malos tiempos para el equipo canadiense y para el propio Carter.

Grant Hill, cinco veces All Star, marcó el año pasado un promedio de 25,8 puntos por partido, cogió 6,6 rebotes y ofreció 5,2 asistencias, cifras que unidas a los 15,4, 6,3 y 3,3 de McGrady ofrecen un espléndido panorama para los Magic, en particular si Rivers encuentra el modo de hacer compatibles en la pista al sólido Hill, de 27 años, y al emergente McGrady, de 21, dos jugadores que trabajan en la posición de alero. El reto para los nuevos Magic es llegar a la final de la NBA. "No lo siento como una presión. Lo veo como una oportunidad", dice Hill, unos de los jugadores más versátiles de la liga, que llega a Orlando con el marchamo de superestrella que desapareció del equipo cuando en 1996 Shaquille O'Neal se fue a Los Angeles. McGrady, que creció cerca de Orlando, presenta su fichaje como una vuelta a casa.

En el Oeste, los Spurs, fueron barridos de los play offs al no poder contar con el lesionado Tim Duncan. El jugador, de 24 años, ha decidido quedarse tres años más en San Antonio a cambio de 32,6 millones de dólares -unos 3.500 millones de pese-tas- con opción a un cuarto que añadiría 13,3 millones de dólares más a su nómina.

Para Jerry Krause, el manager general de los Bulls, este desenlace ha sido una bofetada. Hace dos años decidió desmontar los Bulls de los que se retiraba Michael Jordan y planificó una estrategia que en agosto de 2000 debería permitirle contratar a jugadores que quedaban libres (especialmente Hill, McGrady y Duncan) con los que revivir la historia triunfal de los años 90. Se ha tenido que conformar con Ron Mercer, de 24 años, llegado de Orlando con un promedio de16,9 puntos por partido. No es lo esperado y Krause ha sido escarnecido, y no sólo por la prensa local. "Es lo que pasa cuando no tratas bien a los jugadores", dijo hace unos días Scottie Pippen, ahora en los Trail Blazers de Portland.

Los Bulls tienen un equipo muy joven en el que la estrella es el alero Elton Brand, de 21 años. Toni Kukoc, traspasado a mitad de temporada a Filadelfia, podría volver a Chicago o, incluso, recalar en los Lakers para blindar el juego de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Otros contratos suscritos son los de Jalen Rose y Austin Croshere con los Pacers por 93 y 51 millones de dólares -unos 11.500 y 7.350 millones de pesetas-, en siete años. En Washington, mientras, los Wizards de Jordan siguen sin producir nada efectivo.