Amplia oferta turística para un entorno urbano
- Agua. Como sucede en casi todas las playas del litoral malagueño, el agua cumple las normas higiénicas según el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Aunque no suele estar sucia, la masificación que se produce en estas fechas hace que al final de la tarde el agua pueda parecer un poco turbia. El Bajondillo sufre también las consecuencias de albergar seis zonas náuticas: los residuos de las embarcaciones y de las motos náuticas provocan, ocasionalmente, manchas de aceite en el agua. Un barco ecológico pasa una vez por semana para limpiar una pequeña parcela del litoral. - Arena. De granos muy gruesos, también suele estar limpia; un camión recorre todas las mañanas el kilómetro de longitud que tiene la playa para limpiarla y recoger las basuras.
- Servicios. A esta playa acuden muchos extranjeros hospedados en los hoteles que se encuentran en el paseo marítimo y que después de la gimnasia matutina, con monitor incluido, se tumban en alguno de los 19 puestos de hamacas que invaden la zona. Siete chiringuitos y siete restaurantes junto al paseo ofrecen desde el pescaíto típico hasta los platos más convencionales para los visitantes de esta playa eminentemente turística, en la que la mayoría de los bañistas son familias centroeuropeas. 30 duchas con 20 lavapiés y 12 fuentes de agua potable están repartidas por toda la playa. Aunque a las diez de la mañana la orilla está medio vacía, sólo hay que esperar al mediodía para darse cuenta de que este gran despliegue de servicios se ajusta a las necesidades del lugar.
Mañana: El Sapillo (Almería).
