El Barça supera el primer test

El Barça de Serra Ferrer superó ayer el primer test de la pretemporada, pero todavía es un embrión de equipo. Los azulgrana ganaron por la mínima al Arsenal, uno de sus rivales en la última Liga de Campeones, y jugarán la final del torneo del Ajax. El rodaje se presenta largo, pero el tiempo juega a favor del Barça. La Liga arranca el 10 de septiembre y se supone que entonces la maquinaria estará engrasada. El amistoso sirvió para calibrar el nuevo planteamiento que propone el mallorquín, que apuesta por las dos puntas. El partido no permitió adivinar el equipo base, en el que Rivaldo -falló, como Kluivert, ocasiones de gol- se perfila como imprescindible.No fue un examen. Fue un primer test. El primero al que se somete Serra Ferrer. No hubo sorpresa en el guión. El técnico desplegó el diseño del verano, el sistema que ha estado poniendo en práctica durante esta pretemporada: tres defensas, dos pivotes, tres medios y dos delanteros. La alineación tampoco asombró a nadie. El técnico recuperó ayer a Guardiola, que había estado lesionado, y le cedió la la dirección del equipo junto a Cocu. De enganche con la medular de ataque, Gerard, muy apagado, y en punta, Kluivert y Dani. En la zaga, Abelardo, Frank de Boer y Sergi. Rivaldo, recién llegado y con un único entrenamiento en sus piernas, jugó sólo tras el descanso.

El encuentro salió adormecido, pese al tempranero gol de penalti de Guardiola. Ausente Rivaldo sobre el campo, el capitán no se arrugó -Kluivert y Zenden habían fallado dos en otros tantos amisto-sos- y pidió lanzar la pena máxima que transformó. Un detalle inu-sual en tiempos cercanos. Con el marcador a favor, el Barça jugó arropado entre líneas, sin apenas dejar espacios al contragolpe del Arsenal. Los primeros compases del partido fueron entretenidos, con las escaramuzas de Kluivert y Overmars. El ariete holandés fue el que más se prodigó en la verticalidad, mientras el extremo enseñó sus credenciales en el primer tercio de la contienda. Luego se apagó. Anda aún bajo de forma.

El Barça ensayó su juego ofensivo insistiendo, quizá por inercia o por costumbre; buscando la banda derecha, que ha dejado huérfana Figo, el auténtico referente de los últimos años. Simão, su compatriota y sustituto, está lejos de parecérsele. No encaró nunca buscando el uno contra el uno y Silvinho, su marcador, no tuvo problemas. La zaga azulgrana, sin embargo, sufrió más. Sergi padeció para frenar a Lauren, llegado del Mallorca, que se comportó como un correcto extremo derecho. Sus incursiones por la banda llevaron de cabeza a Sergi, e incluso a Frank de Boer. El Arsenal apretó y el gol llegó: Vernazza, en una jugada virtuosa por la izquierda, asistió a Tomas, que batió a Dutruel. Cocu, gracias a un fallo de Seaman, adelantó al Barça antes del descanso.

Desfondado el Barça, el Arsenal, con su clásico 4-4-2, se fue apoderando del control del partido pese a que saltó al césped sin sus figuras. Pires, Henry y Bergkamp salieron a escena en los últimos 20 minutos. El Barça hizo recordar entonces otros tiempos. Pasó apuros en defensa que fueron superados por Petit y Rivaldo, recién salidos al campo.

El brasileño levantó la expectación del estadio. Se movió con total libertad, por el centro, por la izquierda, y tuvo fuerzas de ayudar a la defensa al salvar un gol bajos los palos, tras un disparo de Kanu. Al brasileño se le vio relajado, suelto, sin todavía la chispa necesaria para no fallar ocasiones claras de gol. El Barça superó la evaluación contra el Arsenal, pero lo hizo con cierta timidez y con disfunciones en defensa y escasa puntería delante. Pero éso le bastó para alcanzar la final del torneo del centenario del Ajax. El sábado aguarda el Lazio.