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Los pasajeros del avión averiado dicen que salían llamas de un motor

Un avión de Spanair regresó ayer al aeropuerto de Madrid-Barajas un cuarto de hora después de haber despegado porque se le había averiado la turbina izquierda en el momento de levantar el vuelo, según confirmaron ayer fuentes de la compañía. La aeronave, que se dirigía a Edimburgo (Escocia), llevaba 132 pasajeros -la mayoría españoles- y 6 tripulantes. Los viajeros vivieron momentos de pánico y declararon que la turbina del lado izquierdo se incendió y escucharon explosiones.

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Turbina revisada

El despegue del vuelo JKK 2719, Madrid-Edimburgo (Escocia), estaba programado para las 23.55 del martes. Pero sufrió un retrasó porque el avión, el mismo que cubre el trayecto Madrid-Las Palmas y vuelta unas horas antes, llegó de las islas Canarias con una demora de hora y media, según explicó ayer un portavoz de Spanair.El avión, un MD83 -fabricado por la empresa MacDonald Douglass-, enfiló la pista de despegue hacia la 1.20 de ayer. El comandante avisó por los altavoces de la aeronave que el despegue se había demorado a causa de una avería que ya estaba solucionada, según explicaron los pasajeros.

El comandante aceleró y el avión comenzó a rodar por la pista. A plena potencia y justo en el momento previo al despegue, según comentaron algunos pasajeros, comenzaron a salir "llamaradas" y "chispazos" de la turbina izquierda. Los viajeros lo veían por las pequeñas ventanillas del aparato. Y comenzaron a escuchar explosiones provenientes del motor averiado. "Veíamos unos chispazos y oímos detonaciones, como petardazos fuertes", explicó Rafael Baena, uno de los pasajeros que iban sentados en el lado izquierdo de la aeronave.

"Explosiones de fuego"

"El avión comenzó a vibrar... Escuchamos entre diez y catorce estallidos... Vimos explosiones de fuego salir del motor". Baena lo recordaba aún asustado. "Me sujeté al asiento con todas mis fuerzas", comentó otro compañero. "Pensé que esto nos iba a costar la vida a todos", añadió. El motor perdió fuerza. El piloto del aparato redujo la potencia de las turbinas para evitar que se incendiaran. Avisó por los altavoces, "nervioso y con voz temblorosa", que iba a regresar.El avión aterrizó sin necesidad de poner en marcha ningún dispositivo de emergencia. Ya en tierra, los responsables de la compañía aérea pretendieron que los pasajeros embarcaran en otro avión rumbo a Edimburgo, pero los viajeros se negaron porque aún estaban impactados por el incidente.

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Los empleados de la compañía les ofrecieron alojamiento a las tres de la madrugada en un hotel de los alrededores de Barajas.

Finalmente, el vuelo despegó a las 9.52 de ayer con 21 pasajeros menos: se negaron a embarcar de nuevo, aunque el avión estaba reparado. Es el segundo avión de la compañía que, en los últimos seis días, aterriza en Barajas minutos de despegar por una avería. El pasado sábado tuvo que hacerlo un aparato que volaba hacia Santiago de Compostela.

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