250.000 pesetas de multa a 43 melillenses por falsear la residencia de 188 marroquíes

La Delegación del Gobierno de Melilla ha abierto un expediente de expulsión e instado a abandonar la ciudad a 188 marroquíes que pidieron su empadronamiento sin tener permiso de residencia y que pretendían conseguirlo gracias a la Ley de Extranjería. Además, 43 personas serán multadas con 250.000 pesetas cada una por dar cobijo en sus respectivas casas a indocumentados.Desde junio, más de 300 extranjeros, la mayoría marroquíes y algunos procedentes de localidades tan lejanas como Casablanca o Marraquech, se han venido concentrando cada día ante la ventanilla única del Ayuntamiento melillense con el propósito de empadronarse.

Ante esta avalancha de solicitudes, las autoridades procedieron a una investigación sobre los domicilios en los que decían estar viviendo. Así, comprobaron que en algunos pisos, de ser ciertos los datos aportados, se reunían hasta 20 de ellos. Al final, tras examinar 308 casos, se constató que 43 de sus propietarios pretendían ganar a costa de esas personas, albergándolas, un dinero irregular.

El delegado del Gobierno, Arturo Esteban, afirmó ayer que se ha producido "un intento de fraude de ley" al situar en casas particulares a quienes en realidad no residían en Melilla. En su opinión, detrás de esta situación podría "esconderse un tipo de inmigración encubierta".

Algunas familias, ante la actuación de la Delegación, han optado por dar de baja a los supuestos residentes en sus viviendas.