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El incendio de La Palma causa leves daños en el parque de La Caldera

Los equipos de extinción que desde el pasado sábado trabajan en los montes del norte de La Palma para extinguir el incendio que se inició en el municipio de Garafía lograron ayer controlar el frente que todavía quedaba activo en la zona de Tijarafe, al borde del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Un total de 5.000 hectáreas de pinares, viñedos y frutales han sido pasto de las llamas. El incendio, uno de los más graves que se han producido en la isla en los últimos 25 años, ha causado más daños económicos que ecológicos.

El presidente del Cabildo de La Palma, José Luis Perestelo, anunció a primeras horas de la tarde de ayer que la situación había quedado controlada, aunque las cuadrillas forestales, ayudadas desde el aire por varios helicópteros e hidroaviones, continuaron trabajando en la zona, donde se mantendrá la vigilancia durante dos o tres días, hasta que el fuego quede definitivamente extinguido.Ya durante la tarde del pasado lunes quedaron controlados los otros dos frentes del incendio en Garafía y Barlovento, y aunque el de Tijarafe volvió a reactivarse levemente durante la madrugada de ayer, las llamas pudieron ser rápidamente atajadas gracias a que se trata de una zona con menos vegetación y a que los fuertes vientos de los últimos días se han ido suavizando.

Las buenas noticias no ocultaban la sensación de catástrofe que se vive en La Palma, después de que se hayan visto afectadas más de 5.000 hectáreas de terreno forestal, campos de cultivo y áreas de pasto de las que viven buena parte de los vecinos de Garafía, Puntagorda y Tijarafe, tres de los municipios más afectados.

Aunque se trata de una zona que suele padecer grandes incendios, algunos vecinos señalaban ayer que el que se inició el sábado es uno de los peores que ha vivido la isla en los últimos 25 años. El que se produjo en 1994 se ha quedado pequeño si se comparan las 3.000 hectáreas que quedaron devastadas entonces con las 5.000 de este fin de semana. La superficie de la isla es de 70.000 hectáreas.

Perestelo señaló que aunque el daño ecológico es importante, "el verdadero daño en este incendio ha sido el económico". Ayer se comenzó la evaluación de los daños.

Este próximo viernes se reunirá el pleno del Cabildo para aprobar una declaración institucional en la que se solicitarán ayudas económicas al Gobierno de Canarias y al central con el fin de que lo antes posible puedan iniciarse los trabajos de regeneración de las zonas quemadas, tanto las forestales como las agrícolas y ganaderas.

"Todas las administraciones tenemos que actuar inmediatamente, aunque aún permanezca la sensación de angustia", dijo Perestelo, que resaltó el daño que se ha hecho en los campos de frutales y en los viñedos, cultivos que se han tratado de potenciar en la zona en los últimos años.

Aunque pocas viviendas han quedado afectadas, si bien el fuego ha estado cerca en numerosas ocasiones de zonas pobladas, también han ardido varios establos y construcciones antiguas utilizadas por los ganaderos. Ayer por la tarde quedó restablecido el suministro eléctrico en los barrios de Garafía afectados por el corte que se produjo al arder cerca de 500 postes.

En cuanto al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, al final la zona afectada se ha quedado en una pequeña franja de un kilómetro de largo y cinco metros de ancho a la que llegó el fuego en la madrugada del lunes, sin provocar un gran daño ambiental. Tampoco ha llegado a existir un riesgo real para el observatorio astrofísico del Roque de Los Muchachos, aunque el personal fue desalojado el domingo por la tarde.

Perestelo agradeció la colaboración de otros cabildos que han enviado cuadrillas para ayudar en las labores de extinción y resaltó el trabajo de los cientos de voluntarios. Desde el colectivo ecologista Ben Magec, sin embargo, se criticó la falta de medios en las islas para hacer frente a un desastre de la magnitud del vivido en La Palma.

Sobre las causas del incendio, y aunque se indicó que será ahora cuando se abra la investigación, desde el principio se ha apuntado que pudo haber sido provocado, puesto que el fuego se inició en tres focos distintos.

Otro incendio, en el sur de la isla de Gran Canaria, que ha quemado ya unas 100 hectáreas, se reavivó ayer por la tarde. Las tareas de extinción sólo se podían realizar desde tierra porque la calima impide emplear medios aéreos.

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