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El Consell marca a Bancaixa y la CAM el rumbo de la fusión a falta de la decisión formal de las cajas

Cristina Vázquez

El consejero de Economía, Vicente Rambla, no aplacó ayer la expectación que el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, levantó cuando hace unos días aseguró que el Consell se pronunciaría sobre la fusión de las dos grandes cajas valencianas antes de agosto. Rambla pidió a estas entidades "un cambio de rumbo" en sus relaciones que permita la gestión conjunta de sus inversiones estratégicas y de la Obra Benéfico-Social (OBS). El consejero se negó a pronunciarse a favor o en contra de la operación "por respeto a los órganos de gobierno de las cajas", pero ni se pospone la fusión ni los plazos.

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El consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat resolvió uno de los asuntos más polémicos de la política valenciana en apenas media hora. Fue un pronunciamiento tibio, de corte institucional, e insuficiente a la vista de las expectativas que unos días antes había despertado el presidente Eduardo Zaplana, quien prometió una respuesta clara a la pregunta de si el Gobierno valenciano apostaba o no por la fusión de Bancaixa y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). No fue así."Debe existir un cambio de rumbo en la colaboración entre las cajas de ahorros de la Comunidad Valenciana", comenzó Rambla, quien desde el principio limitó su comparecencia ante los medios de comunicación a los 30 minutos escasos que le separaban del mediodía, en que la Generalitat había convocado un minuto de silencio en protesta por el asesinato del ex gobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jáuregui el pasado sábado.

"Desde el Consell alentamos el proceso de análisis [los estudios de fusión encargados por Bancaixa y la CAM] porque sí debemos velar por el desarrollo económico de esta comunidad", dijo Rambla. El consejero aludió acto seguido a los constantes cambios de la actividad financiera, "con una competencia cada vez más fuerte entre entidades", añadió. Rambla fue especialmente claro sobre el apoyo del Consell a la fusión, con independencia de que no lo dijese tajantemente y con todas las palabras, cuando describió el entorno económico: "La nueva economía y su desarrollo tecnológico exigen entidades fuertes y eficientes para poder participar en los temas estratégicos en los que queremos que esté la Comunidad".

"Les pedimos a las cajas que, una vez dispongan de los informes definitivos, exploren todas las posibilidades de actuación conjunta", continuó el consejero de Economía. Éste puso especial cuidado -en su comparecencia leyó prácticamente unas notas que llevaba escritas- en no pronunciar la palabra fusión. "El Consell no se plantea la fórmula más adecuada sino la necesidad de que las dos entidades cambién de rumbo sus relaciones y colaboren entre ellas", respondió después de que un informador le pidiera una respuesta clara a la fusión. "Esa respuesta, más o menos tajante que ustedes esperan, es la que no les puedo dar", reiteró ante la insistencia de los periodistas.

El responsable de la política económica del Gobierno valenciano precisó lo que entiende por una mayor y mejor colaboración entre las dos cajas de ahorros. Rambla describió a Bancaixa y la CAM como dos entidades financieras rentables "y de las que nos sentimos orgullosos", que deben explorar "todas las fórmulas posibles de actuación conjunta". El político considera ilógica la colaboración tan "esporádica" entre las dos cajas y enumeró las áreas en las que el Consell ve posible tal cooperación. "Deberían centrarse en la participación y gestión conjunta de inversiones en materia de seguros de vida, fondos de pensiones y fondos de inversión", citó. También se refirió a la necesaria coordinación de las inversiones estratégicas de Bancaixa y la CAM: "Deberá existir una colaboración en las actividades relacionadas con el mercado inmobiliario, la gestión de compras y la negociación conjunta de proveedores, en la gestión de las oficinas de representación de ambas cajas en el extranjero y en materia de obra social".

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El consejero de Economía defendió incluso la creación de una fundación conjunta de la Obra Benéfico Social de las dos cajas valencianas, en las que participaría la Generalitat, satisfaciendo así la aspiración de la Administración autonómica de dirigir el gasto de la obra social de las dos entidades financieras, que asciende a casi 9.000 millones de pesetas anuales.

El consejero, quien reiteró el respeto del Consell a lo que decidan los órganos de gobierno de las dos cajas valencianas, pidió, sin embargo, "una significativa altura de miras a la hora de plantearse el futuro". Éste apuntó, por otro lado, que los estudios que elaboran las dos cajas sobre la fusión están muy avanzados. En ellos se recogen los costes inherentes a la fusión y los beneficios de la misma.

Antes de abandonar la sala de prensa, abarrotada de informadores, Rambla aprovechó para censurar las actuaciones de otros gobiernos autonómicos en materia de fusiones de cajas. Rambla se estaba refiriendo a la Junta de Andalucía, que preside el socialista Manuel Chaves. "Tenemos que respetar estas decisiones [las de las cajas] a diferencia de otros gobiernos, que las ordenan", subrayó el consejero.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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