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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Qué pasó en Malmö?

El primer hombre asumido como transmisor de opinión y subrayador de la realidad que podía mostrar, debió tomar conciencia de su accionar ético y moral para desvelar "la verdad" para colaborar con el entendimiento entre los hombres que comparten espacios y tiempos. Ocultar eventos ciertos y mostrar lo que fabrica la ficción altera el entendimiento.Esta semana, en Malmö (Suecia), 6.000 personas de 110 países confluyeron portando banderas de colores diferentes, hablando diferentes idiomas de señas y gestos, pero pudieron entenderse "reunidos" en debates abiertos que el mundo entero tenía derecho a conocer. Se juntaron marchando participantes israelíes y palestinos como compadres de realidades, y en mi país no se enteró nadie. Si hubiera habido un evento violento o se hubieran juntado (nunca se unen) en un congreso de fanáticos, todos los diarios hubieran mostrado el acontecimiento.

Los medios de comunicación nos pertenecen a todos los ciudadanos: no sólo porque los pagamos, sino por el derecho a "co-crear" y procrear opiniones, valores y proyectos para que los jóvenes no cumplan la profecía de no poder cambiar la recortada realidad que intencionalmente o inconscientemente insistimos en mostrar.

El hombre "mediático" debe ser moral y neutralmente valorativo y cumplir el superior objetivo de "cooperar" con el estado de convivencia pacífica para que los niños puedan crecer y desarrollar como adultos enteros.-

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