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ETA intensifica su ataque a la Caja Vital con una segunda bomba en ocho días

La Caja Vital, única de las entidades vascas de ahorro en manos de los partidos constitucionalistas, sufrió ayer su segundo atentado en ocho días. Ambos ataques se atribuyen a ETA, por el uso de dinamita en la composición de ambas bombas y por las llamadas en nombre de la banda advirtiendo de su colocación. La organización terrorista parece haber convertido a la Caja Vital en un objetivo directo y diferenciado del resto de entidades financieras, cuyos ataques revisten más las características de los sabotajes de violencia callejera y se realizan con artefactos incendiarios de otra naturaleza.

El artefacto, idéntico al colocado el día 19 en otra sucursal, estaba compuesto por kilo y medio de titadine -un tipo de dinamita- dentro de una fiambrera de plástico y con un temporizador como sistema de activación. El delegado del gobierno, Enrique Villar, diferenció este método de "las clásicas bombonas de butano". La bomba estalló diez minutos después de medianoche, la misma hora en que fue realizado el otro atentado, y nada más llegar al lugar varias patrullas de la Ertzaintza tras haber recibido una llamada advirtiendo de su colocación. El primer atentado fue contra una sucursal situada en un pequeño centro comercial de planta baja, sin más edificaciones encima ni adyacentes. El segundo, el de ayer, en los bajos de un inmueble de vecinos, en el barrio de Lakua, muy cerca de la sede del Gobierno vasco y de la base de la Ertzaintza.La policía vasca apenas tuvo tiempo de empezar a acordonar la zona cuando la bomba estalló, causando un estruendo que produjo gran alarma en el vecindario y se oyó en el otro extremo de la ciudad. La explosión causó destrozos en la antesala de la oficina, donde se ubica el cajero automático, y afectó levemente al piso inmediatamente superior y al portal contiguo.

La bomba era similar a las encontradas por la policía nacional en el piso de ETA descubierto el día 21 en Vitoria. El atentado de ayer, después de la inutilización de ese almacén, revela que la vivienda descubierta no era probablemente la única infraestructura de la organización terrorista en la ciudad.

Distintas fuentes consultadas, tanto en medios policiales como políticos o empresariales, han observado que, si ETA está atacando directamente a la Caja Vital, es porque el control de la entidad financiera pertenece, desde el pasado mes de marzo, a PP, PSE-EE y UA. Una alianza de estos partidos desalojó a los nacionalistas del gobierno de la entidad y colocó a su frente al actual equipo, presidido por Pascual Jover, compañero de bufete del nacionalista Emilio Guevara.

Jover sustituyó al anterior presidente, Juan María Urdangarín, tras batir al candidato del PNV y EA, que tuvo también el apoyo de EH, por sólo tres votos -los que le negó el sindicato nacionalista ELA- . Esa derrota se interpretó como la pérdida del último -y fundamental- reducto de poder que le quedaba al nacionalismo en Álava tras quedar desplazado de la alcaldía de Vitoria y la Diputación Foral del territorio al perder las elecciones locales frente al PP.

Caja Vital eludió hacer ningúna valoración sobre los ataques de que está siendo objeto.

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